Croacia pide la retirada de los "cascos azules" mientras avanza la paz en Bosnia
Mientras Croacia pedía ayer formalmente la salida de las tropas de la ONU de su territorio a partir del 31 de marzo, el proceso de paz en Bosnia recibía un nuevo impulso con la firma en Sarajevo por los comandantes de los bandos, en guerra de un compromiso auspiciado por la ONU para conseguir "una paz definitiva".
A partir de mañana, los serbios abrirán al tráfico civil y humanitario las carreteras que llevan a Sarajevo. Los generales Rasim Delic, bosnio; Ratko MIadic, serbio, y Tihomil Blastic croata, se reunieron con el jefe de los cascos azules en Bosnia, Michael Rose, y acordaron tener listo antes de que acabe enero un mapa detallado de las líneas de confrontación en Bosnia. A partir de ahí sería posible la interposición de las tropas de la ONU entre los combatientes para estabilizar la tregua actual. El general Rose ha calificado el acuerdo de "gran avance hacia la paz". Oficiales de los tres bandos ponían ayer a punto en el aeropuerto de la capital bosnia los detalles técnicos del compromiso alcanzado en la madrugada del miércoles, que prevé la vuelta de las líneas del frente en Sarajevo a su situación el 9 de febrero de 1994, cuando un ultimátum de la OTAN puso fin al implacable asedio artillero serbio.
La contrapartida al apaciguamiento de la situación en Bosnia es la decisión croata de no renovar el mandato de las fuerzas de la ONU en su territorio, anunciada formalmente ayer al secretario general de las
Naciones Unidas, Butros Butros-Gali. Aunque la decisión no es irrevocable todavía entraría en vigor a partir del 31 de marzo próximo las Naciones Unidas se toman muy en serio la medida anunciada por el presidente Franjo Tudjman, y tanto Washington, donde dos enviados croatas explicaban ayer su punto de vista al Departamento de Estado, como el plenipotenciario de la ONU para la antigua Yugoslavia, Yasushi Akashi, han dicho que esperan que el Gobierno de Zagreb reflexione sobre las consecuencias que podría tener su decisión.
