La Torre de Madrid colorea sus obras
La rehabilitación de la Torre de Madrid se anima. El santoral castizo en pleno, con sus fetiches y personajes ilustres, cuelga desde ayer del andamiaje de más de cien metros que abraza el edificio. Sé trata de un mural que pesa más de 400 kilos, ilustrado por los dibujantes Ricardo y Nacho. Decorará la torre al menos durante un año, tiempo que durarán las obras, según estiman en la empresa Metrovacesa, dueña del edificio.Hasta entonces, el paso por la plaza de España supondrá encontrarse con Cibeles y Neptuno en arrullo amoroso, ante la mirada celosa de uno de los leones de las Cortes -la otra fiera se encuentra metros arriba, charlando con un reportero-. Cerca de la pareja San Isidro se da del brazo con el Ángel Caído. Y Carlos III compite con un macarra en hacer la corte a una chulapa. Humor, según explican los dibujantes, para homenajear a Madrid y al edificio que fue orgullo y asombro de castizos y foráneos, desde que Julián y José María Otamendi, arquitecto ingeniero, terminaron su construcción en 1958.
