La oposición intenta forzar a Chaves a que presente una cuestión de confianza

La oposición andaluza intentó ayer forzar a Manuel Chaves a presentar la cuestión de confianza ante la Cámara regional con el argumento de que ya no dispone de los apoyos que le permitieron asumir la presidencia de Andalucía en julio. El coordinador regional de IU, Luis Carlos Rejón, anunció que hoy no se abstendría para facilitar su investidura. El pleno parlamentario de ayer, convocado para que el Ejecutivo explicara las razones de la retirada del proyecto de presupuestos de 1995, se convirtió en un reiterativo partido de pim-pón en el que la pelota fue del "váyase, señor Chaves", al "presenten una moción de censura".

Además, el debate estuvo envuelto en la enreversada polémica, puramente técnica, de las fórmulas parlamentarias a emplear. Los diputados se enzarzaron en una agria discusión sobre si la Mesa de la Cámara debía admitir o no una propuesta, defendida por los tres grupos de la oposición, en la que se insta a Chaves a presentar la cuestión de confianza.Los socialistas argumentaron su ilegalidad por no estar recogida en el reglamento y tratarse de una opción que compete exclusivamente a la presidencia del Gobierno. "Sería", comentaron algunos diputados del PSOE, como decir que en vez de sentenciar a muerte a alguien, se le inste a que se suicide". Pese a esta oposición, la Mesa admitió finalmente a trámite las tres iniciativas, aunque dejó claro que es una atribución que sólo puede hacerse efectiva por el jefe del Ejecutivo.

De esta forma, la interpretación dispar de las normas sirvió de nuevo de soporte al debate político de fondo que se alineó en dos frentes claros: Partido Popular, IU y Coalición Andalucista conminaron a Chaves a marcharse, y éste a que tuvieran el "coraje" de presentar la moción de censura.

El presidente andaluz que había pedido comparecer ante la Cámara para informar sobre la retirada del proyecto de presupuestos, se reiteró en la misma tesis de que se trata de la única salida que le había dejado abierta la pinza de Izquierda Unida y Partido Popular, después de que cambiasen el sentido y el espíritu del proyecto. También insistió en que las políticas y los programas previstos por su Ejecutivo se podrán desarrollar con normalidad y, sin sobresaltos; y que el texto, tal y como lo habían dejado izquierdistas y populares causaría una gran incertidumbre en los mercados inversores, lo que perjudicaría a la economía de la región.

El presidente, de la Junta de Andalucía aseveró que no existe "ni crisis, ni vacío, ni parálisis" de Gobierno, que no piensa dimitir, y tampoco convocar elecciones anticipadas. Sus adversarios políticos coincidieron en todo lo contrario y le repitieron con insistencia y con este mismo término: "¡Váyase!".

El coordinador de Izquierda Unida, Luis Carlos Rejón, dijo que no hay otra pinza que la corrupción y que la incertidumbre crece en los mercados porque crece el paro. "Cuando uno retira la ley máxima del año, se tiene que ir con ella", enfatizó Rejón, "porque no tiene el respaldo del -Parlamento ni su respeto". El izquierdista le anunció que ya no tiene el apoyo que le dio mediante su abstención y le instó a que fuera sustituido, por otro socialista.

El popular Javier Arenas se agarró a esta nueva postura de IU para afirmar que si también el PA a través de, su portavoz, Pedro Pacheco, le ha retirado el apoyo y le ha pedido la dimisión, el jefe del Ejecutivo no tiene otra opción que irse, ya que cuenta con 64 votos en contra (41, PP; 20, IU; y tres, Coalición Andalucista).

Arenas aclaró que a él le sobra coraje para presentar una moción de censura, "pero me faltan votos", aunque no descartó hacerlo de forma "testimonial". Según Arenas, no tendría ningún inconveniente de llamar a Rejón para gobernar si se planteara una emergencia democrática, "pero por ahora sólo hay una enorme crisis de Gobierno".