Conde ingresa en prisión incondicional sin fianza

Mario Conde, de 46 años, expresidente de Banesto, ingresó ayer en la prisión de Alcalá-Meco por orden del juez Manuel García-Castellón, que le imputa una presunta estafa que se cifra en unos 7.000 millones de pesetas. Conde encajó la noticia "con entereza", según explicó su abogado, Antonio González Cuellar, y con gran seriedad al decir de otras personas que le vieron.El juez acordó de oficio la prisión provisional comunicada y sin fianza para Conde a la vista de la gravedad de los hechos de los que está acusado, que han supuesto un importantísimo perjuicio para Banesto y sus accionistas. El magistrado, ha tenido en cuenta también la pena que en su día pudiera corresponder a Conde, así como la notable alarma social que el asunto Banesto ha producido en toda la sociedad española y que originó en el Parlamento la constitución de una comisión de investigación sobre la gestión del anterior equipo directivo de la entidad, según consta en el auto de prisión que ayer por la mañana le fue notificado al ex presidente de Banesto. La Fiscalía de la Audiencia Nacional se mostró conforme con la decisión de Garcia-Castellón.

Los delitos que se contemplan en el citado auto son varias apropiaciones indebidas o estafas, por separado o en concurso (simultáneamente), para los que el Código Penal tiene señaladas penas de prisión mayor (entre seis años y, un día y 12 años) para el caso de que los hechos revistiesen especial gravedad por el valor de la defraudación y si afectasen a múltiples perjudicados (los accionistas de Banesto se elevan a 250.000).

Los otros delitos que se imputaban a los ex directivos de Banesto en la querella, falsedades y maquinación para alterar el precio de las cosas, no están recogidos en el auto de prisión, si bien se siguen indagando y fuentes de la investigación aseguraban que el juez quiere oir a los querellados que faltan para evaluar su alcance.

El letrado de Conde anunció ayer que tiene intención de interponer recurso contra la decisión del juez, pero el ex banquero no tiene posibilidad de eludir el pasar las navidades en prisión. Antes de que el juez García-Castellón resuelva el recurso que le presenten los abogados de Conde contra su propia decisión de encarcelar a Conde, el fiscal tiene que informar sobre la cuestión.

Las operaciones irregulares realizadas por Conde que figuran en el auto de prisión son las de la cementeras Prebetong Aragón y, Hormifasa, las de Euman-Valyser-lsolux, las de Promociones Hoteleras y el pago de 300 millones sin justificación contable que denunció Martín Rivas (ver páginas 44 y 45).

Conde ingresó a las tres de la tarde en Alcalá Meco, donde se encuentra encarcelado desde el pasado día 15 su colaborador Arturo Romaní. Conde llegó al centro penitenciario en un Ford Sierra de color azul metalizado con los cristales tintados. Sobre el mismo una sirena emitía destellos azules y cuatro motos de la policía, también azules, le escoltaban. Por la mañana había llegado a la Audiencia Nacional en su BMW de color azul, y lucía abrigo, traje, camisa y corbata, todos de distintos tonos de azul.

El grueso de la declaración ya se había realizado en los cuatro días anteriores, tras más de 34 horas de preguntas y respuestas, y desde el miércoles el magistrado tenía el criterio formado. La sesión de ayer casi era un mero trám¡te. El juez le notificó el auto de prisión. Conde leyó el auto y lo encajó. El golpe no fue tan duro porque en el fondo lo esperaba y así, cuando era trasladado al garaje de la Audiencia Nacional para ser conducido a Meco, el ex banquero felicitó las pascuas y estrechó la mano de varios policías. La crónica de la prisión anunciada se había consumado.