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Casi la mitad de los talleres chinos "desmantelados" siguen abiertos

Diez de los 24 talleres chinos de confección "desmantelados" este año por la Policía Municipal y el Cuerpo Nacional de Policía siguen abiertos. En todos ellos los agentes intervinieron por comprobar que inmigrantes chinos, a menudo en situación de estancia ilegal, trabajaban en ellos jornadas inteminables, hacinados, sin condiciones de higiene y seguridad y, en ocasiones, durmiendo y comiendo en el mismo local. Todos ellos producen para empresas españolas.La policía, tras la detención de algunos de los dueños y de los trabajadores que carecían de permisos de estancia en el país, denunció las condiciones infrahumanas de la mayoría de estos locales a la Inspección de Trabajo y a las juntas municipales de cada distrito para que tomasen cartas en el asunto.

La inspección de Trabajo no aclara porqué siguen abiertos estos diez locales y tampoco explica si ya los ha visitado. Los jefes de este servicio aseguran que la semana pasada la Policía Municipal les remitió por primera vez una lista de talleres de confección chinos irregulares.

Los distritos donde se ha descubierto un mayor número de talleres son Usera, Puente de Vallecas y Carabanchel. En la Junta municipal de Puente de Vallecas, donde están dos de estos locales teóricamente desmantelados, explican que uno de ellos cuenta con las licencias pertinentes y que del otro no sabían que estuviese ya en marcha. Este periódico no recibió ayer ninguna respuesta de las Juntas de Usera y Carabanchel.

Los dos últimos talleres descubiertos la semana pasada en Usera aún funcionan. Uno se encuentra en el número 12 de la calle de Monederos. El otro, en Pilarica, 17, sigue abierto a pensar de que ya ha sido objeto de dos intervenciones.

La primera visita policial al local de La Pilarica se realizó en junio y quienes entonces eran sus dueños fueron detenidos. Funcionarios del Cuerpo Superior de Policía e inspectores de Trabajo comprobaron que en el local trabajaban, comían y dormían inmigrantes chinos en malas condiciones de seguridad y salubridad.

Hace siete días fue la Policía Municipal la que inspeccionó ese mismo taller. No hallaron inmigrante, indocumentados, pero en el local volvieron a encontrar jergones y persistían la suciedad y el riesgo de incendio por la cantidad de telas tiradas.

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Otros cuatro talleres -en Jaspe, 56) (Usera); Antonio Velasco Zazo, 47 (Usera); Monte Perdido, 84. (Puente de Vallecas) y Ferroviarios, 45 (Usera)- continúan funcionando, según comprobó este periódico el viernes, aunque en noviembre la policía descubrió en ellos numerosas irregularidades.

Lo mismo sucede con cuatro locales que fueron objeto de una intervención policial antes del verano. Tres de ellos, situados en Carabanchel, en las calles de Isabel Baeza, 2; Valentín Llaguno, 6 y Capitán de Oro, 8 se investigaron en marzo. El otro está en la Sierra de Filabres, 83 (Puente de Vallecas).

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Buena gente

La policía dice que cerrar los talleres ilegales chinos es cosa del Ayuntamiento y de Trabajo

"Es gente que no se mete con nadie, hacen su vida, no molestan; eso sí, nunca llegamos a saber como viven ni cómo trabajan en esos talleres", explican algunos vecinos. "Tienen miedo, porque llega la policía y se los lleva", afirman.Ese miedo se palpa en las mirillas con que cuentan todos estos locales, en que a menudo pasa mucho tiempo antes de que uno de estos inmigrantes abra la puerta cuando suena el timbre de la calle y en que, una vez abierta, procuran impedir que se va lo que hay dentro.

En algunos casos ni siquiera abren, y se sabe de la actividad interior por los vecinos, que escuchan ruidos y ven entrar y salir gente y prendas textiles.

En algunos de estos talleres se ven ya, entre numerosas caras con rasgos asiáticos, algunas de trabajadores españoles. No todos los locales intervenidos por la policía carecen de licencias de apertura y actividad. Por ejemplo, el pasado 12 de noviembre, los agentes entraron al local situado en Monte Perdido, 84 (Puente de Vallecas) y elaboraron un informe negativo por problemas de seguridad e higiene en el negocio.

Además, en el recinto había más inmigrantes de los tres que aparecían como contratados, y estos últimos figuraban "a tiempo parcial, con horario de ocho a una", cuando a las 2.30 horas estaban en el tajo.

Pero, en la Junta Municipal del Puente de Vallecas aseguran que el citado taller tiene las licencias en regla y que por eso, desde el Ayuntamiento, no está justificado el cierre. "Eso no significa que las condiciones laborales sean buenas, pero eso es tarea de la inspección laboral", añaden.

De los 24 talleres intervenidos este año, la mayoría estaban en el distrito de Usera.

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