"Los Reyes son sencillos y amables, te hacen perder los nervios que tienes"

Esta mujer pecosa nació hace 32 años en Badajoz y ahora vive en San Sebastián de los Reyes (56.921 habitantes), lugar donde acostumbra a tomar el gran autobús articulado que une su ciudad con Alcobendas, La Moraleja y la plaza de Castilla... No sólo se sube, sino que lleva su volante y controla el pago de los billetes. Rosalía Bas es una de las cuatro conductoras que tiene su empresa, Interbus, integrada en el Consorcio de Transportes.Ha abandonado su itinerario habitual -lleva dos años- para conducir durante dos días a los Reyes por el sur de Madrid. Fue escogida, dicen en su empresa, por ser algo novedoso y para que la Reina se llevase una buena sorpresa. Al dejar a los Reyes en su última parada (la meseta de Orcasitas), Rosalía alargó un paquete envuelto en papel de regalo al jefe de protocolo del Rey. No quiso dejarles sin un recuerdo: una placa con unos salmos de la Iglesia evangélica, de la que ella es seguidora.

Pregunta. ¿Sacó a la primera el carné de conducir autobuses?

Respuesta. Sí [se ríe], y el otro, también [por la licencia de conducir automóviles].

P. ¿Su reacción al ser elegida para llevar a los Reyes?

R. Me dio mucha alegría.

P. ¿Cómo fue su primer contacto con don Juan Carlos y doña Sofía?

R. Me saludaron y me preguntaron si habitualmente llevaba este autobús. Les contesté que suelo conducir uno más grande, articulado.

P. ¿Qué piensa de ellos?

R. Son supersencillos, superamables, te hacen perder los nervios que tienes. Te esperas a alguien muy serio y son tan amigables...

P. Usted tiene un hijo de ocho años y unos gemelos de cuatro. ¿Les va a contar esto a sus nietos?

R. Por supuesto [ríe], y a los amigos y a, todo el mundo.

P. ¿Alguna anécdota?

R. No me imaginaba que todas las personas que rodean a los Reyes sean tan amables. Nos han tratado a cuerpo de rey [y se vuelve a reír].

P. ¿Y la gente?

R. Era impresionante; por ejemplo, en Parla, que había gente, de todos los tipos esperando a los Reyes. En Getafe estaba haciendo un cambio de sentido algo complicado y un señor me dijo: "Para que sepan que no sólo los hombres pueden conducir un autobús".