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España acogerá a 20 familias de 'balseros'

Antonio Caño

A petición de organizaciones del exilio cubano en Estados Unidos y representantes de la Iglesia católica, el Gobierno español ha decidido acoger a 20 familias de los más de 30.000 balseros que se encuentran en la base norteamericana de Guantánamo y en campamentos de otros países sin posibilidades de ingresar legalmente en territorio de EE UU y sin voluntad de regresar a su país. El presidente de la Fundación Nacional Cubano-Americana, Jorge Mas Canosa, envió la pasada semana una carta al ministro de Asuntos Exteriores, Javier Solana, en la que le hizo esa petición.

Según el propio dirigente del exilio, el ministro español no le ha contestado todavía, pero el Cónsul de España en Miami, Carlos Abella, le comunicó verbalmente que el Gobierno español sólo estaba dispuesto a admitir a unas veinte familias que tengan vinculación con España.Esa oferta ha sido considerada raquítica por el presidente de la fundación, que considera que lo mínimo que se podría esperar de la madre patria es que brinde a los cubanos que escogen el exilio tanta ayuda como otorga al Gobierno de La Habana". Los balseros fueron enviados a la base militar de Guantánamo (Cuba) y a otros campamentos en Panamá y Bermudas, después de que el Gobierno norteamericano les prohibiera el acceso a Estados Unidos para contener la avalancha de refugiados iniciada el pasado mes de agosto.

Carlos Abella considera que la decisión del Gobierno español "es un gesto político que abre una vía de solidaridad con los cubanos que podría ser seguida en el futuro por otros países de América Latina". "España no puede interferir en los planes de Estados Unidos en esa materia", dijo el cónsul español.

Vinculaciones con España

Pese a la reacción de Mas, la Embajada española en Washington ha entrado ya en contacto con el Departamento de Estado norteamericano para Preparar el traslado de las familias de balseros a España Fuentes del Ministerio español de Asuntos Exteriores aseguraron en Madrid que se considera la cifra total de 50 personas, no corno tope, sino como una referencia. "Estamos dispuestos a estudiar la admisión de todos los casos de núcleos familiares con vinculaciones con España, aunque superen los 20", afirmaron las mencionadas fuentes.Jorge Mas afirmó que está esperando una respuesta oficial de Madrid, pero advirtió que, si la oferta española no es más generosa, esto se convertirá en un obstáculo más en las difíciles relaciones entre el Gobierno de Felipe González y el núcleo fundamental del exilio cubano en Miami. La Fundación Nacional Cubano-Americana es la principal organización de la comunidad cubana en Estados Unidos.

Este nuevo conflicto, según Mas Canosa, hace más complicada la labor de puente que el Gobierno español trata de desarrollar entre el Gobierno cubano y la oposición en el exterior. El mes pasado, Madrid sirvió de sede para una reunión entre el ministro cubano de Relaciones Exteriores, Roberto Robaina, y algunos representantes de grupos minoritarios del exilio cubano.

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La gestión mediadora española continuó a finales de septiembre, durante la visita de Javier Solana a Nueva York para participar en la Asamblea General de las Naciones Unidas. En esa ocasión, Solana trató de entrevistarse con Mas Canosa, pero éste rehuyó el encuentro.

El presidente de la fundación considera que, si tiene que reunirse con alguien del Gobierno español, debe ser con el propio Felipe González. Mas Canosa afirma que entre la comunidad del exilio causó un gran malestar el hecho de que, durante su presencia en Madrid, Robaina fuera recibido por el rey Juan Carlos. Eso obliga, según él, a que ahora el principal dirigente del exilio deba ser recibido al menos por el presidente del Gobierno.

[Fuentes españolas en EE UU aseguraron que, aunque lo desmienta, Mas Canosa se entrevistó el 29 de septiembre en Nueva York con Solana durante dos horas y media, pero le pidió encarecidamente que no diera publicidad al encuentro porque, probablemente, si trascendía le podía suponer problemas con el resto del exilio. Solana anunció que se iba a reunir con personas cercanas a la fundación, pero después se negó a confirmar que se había celebrado tal encuentro.]

Después del trato recibido por Robaina en España y de la orientación tomada por las gestiones mediadoras del Gobierno socialista, Mas Canosa y otras fuentes en Miami creen que España ha roto prácticamente todos los lazos con la fundación y, como consecuencia, ha arruinado las posibilidades de que su gestión de buenos oficios pueda tener éxito.

Según esas fuentes, Javier Solana informó en su día al secretario de Estado norteamericano, Warren Christopher, de la marcha de su actuación mediadora, y el jefe de la diplomacia estadounidense le advirtió que unas negociaciones en las que no estuviese presente la organización de Mas Canosa no contaría con el apoyo de la Administración de Bill Clinton.

La fundación se niega a todo contacto formal con el Gobierno de La Habana mientras Castro esté en el poder. El Gobierno norteamericano tampoco es partidario, por el momento, de negociaciones con el Castro y no parece que esto vaya a cambiar, al menos hasta después de las elecciones presidenciales de 1996.

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