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Entrevista:

"De cada 1.000 pesetas dadas estos años, sólo 27 han ido al grupo Ibercoop"

Javier Casqueiro

Juan Navarro está casado, tiene 45 años y una hija que el lunes cumplió 16. Políticamente procede de la Organización Revolucionaria de Trabajadores (ORT). Es militante de la Federación Socialista Madrileña, agrupación de Tetuán, desde 1990, donde se alineó con el sector guerrista. No acabó los estudios de Económicas. A su luminoso despacho llega desde su casa de El Escorial en tren y metro. Tanto su declaración de la renta como la de su esposa resultaron este año negativas, y Hacienda les reingresará unas 390.000 pesetas. Por patrimonio abonó 20.000 pesetas.Pregunta. ¿Cuándo conoció a sus ex socios en Ibercoop Cipriano Uceda y José Bravo?

Respuesta. Yo estuve en una de las primeras empresas españolas en explotación de carbón vegetal. Esa empresa, por selección natural del mercado, entró en crisis y cerró. Fui al desempleo, y un día, un familiar me llamó diciendo que conocía gente que había entrado en contacto con un proyecto de carbón vegetal en Santa Cruz del Valle, entre Madrid Ávila. Ahí aparece Cipriano Uceda.

P. ¿Y está José Bravo?

- R. Había un grupo de gente gestando varios proyectos y lo que luego fue Ibercoop, y ahí empezaron a surgir los problemas de concepción del proyecto, de ubicación. Unos optaron por no seguir, fueron sólo a firmar, y al final se acabó en una escritura de constitución en la que están Cipriano y Bravo.

P. Pero si no querían entrar, ¿por qué fueron a firmar?

R. Esto es muy habitual, porque la ley establece que para constituir una sociedad tiene que haber cinco socios. Esto no es ninguna irregularidad, es el sentido común de los ciudadanos de este país. El que va a montar una sociedad anónima con tres socios pues recurre a su mujer y su hija.

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P. ¿Desconocía en esos momentos que Uceda era fundador de Ibercoop y de otras empresas, como Coprodema?

R. Coprodema en aquel momento existía como sociedad. Lo que pasa es que la constitución fuerte de esas empresas es más adelante. Lo que yo sí he desconocido hasta que hicimos la investigación es la configuración de la trama. Si me pregunta por qué a ellos les dimos esas subvenciones, pues porque en el momento en que se presentaron a registro con una solicitud reunían los requisitos para ello. El primer bombazo de esta historia llega cuando recibimos, el 20 de abril de 1993, una notificación de embargo a Coprodema de la Seguridad Social para avisarnos de que si tenemos alguna subvención pendiente se la paguemos a ellos. Coincidió que nosotros habíamos empezado nuestra investigación en diciembre de 1992. El informe total del jefe de servicio se presentó en junio,e instruimos la orden anulatoria de las subvenciones en septiembre de 1993.

P. ¿Ya de director volvió a ver a Uceda?

R. Cipriano viene aquí en un momento determinado, solicita entrevista y plantea que tiene un proyecto ilusionante para crear una empresa con generación de empleo, y que en función de eso va a solicitar ayudas. Eso es en 1990, en el momento de toda la aparición de empresas.

P. Dos directivos de esa red aseguran que Uceda llevaba las relaciones con la Consejería.

R. El interventor general

R. Yo le he visto dos veces. Una vez cuando me dijo que tenía la empresa y la vez que la cagó. Cuando la cagó yo me puse en contacto con él y le dije: "Esperaba que la relación que habíais planteado aquí era de que nos íbamos a poner medallas, y la investigación que hemos hecho es que eso está mal, y voy a proceder a la anulación de todo.

P. Usted es nombrado en noviembre de 1989, y cuatro meses después convoca un concurso para tres titulados superiores en su dirección. ¿Cómo se enteró su ex socio José Bravo de ese puesto y cuándo y por qué le llamó?

R. Supongo que leyendo el Boletín de la Comunidad el 23 de abril. Lo que si sé es que cuando me llamó me dijo que estaba aburrido del banco. Yo le dije que concursara y presentara sus papeles y le garanticé que yo no iba a estar.

P. Cuando Bravo pide abandonar, en mayo pasado, no se conocía el informe del Tribunal de Cuentas que observa la irregularidad de la subvención a Ibercoop, pero sí el del interventor general de Hacienda que alertaba del caso.

es parte de la Comunidad.

Uno de los temas que le corresponden es controlar la concurrencia de ayudas, que distintas empresas pidan subvenciones en unos sitios y en otros. Y a mí lo único que. me dicen, en información verbal, es que teníamos alguna empresa con subvenciones que se repiten en otros sitios.

P. ¿Por qué fue precisamente Bravo el que se ocupó de estudiar esas subvenciones?

R. De los 235 millones concedidos a la trama Ibercoop, en los proyectos generadores de empleo no ha intervenido, en los de formación sólo en dos, y en ayudas de asistencia técnica sólo hace los 10 de 1991. Ese año se tramitaron 3.345 expedientes. Esto es como un agujerito en un océano. De cada 1.000 pesetas que hemos dado en estos años, 27 han ido a este grupo.

P. ¿Cuando le elevaban propuestas de subvención fue consciente de que alguna era para la trama Ibercoop?

R. Es muy difícil comprobar determinadas cosas, porque además nos han engañado. En la orden de convocatoria de ayudas hay un anexo que pide que se especifiquen las subvenciones concedidas o solicitadas en otras instancias, y no han puesto nada. Nos ocultaron que habían pedido subvenciones en las consejerías de Presidencia, Educación o Hacienda y también al Estado.

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Sobre la firma

Javier Casqueiro
Es corresponsal político de EL PAÍS, donde lleva más de 30 años especializado en este tipo de información con distintas responsabilidades. Fue corresponsal diplomático, vivió en Washington y Rabat, se encargó del área Nacional en Cuatro y CNN+. Y en la prehistoria trabajó seis años en La Voz de Galicia. Colabora en tertulias de radio y televisión.

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