_
_
_
_
Tribuna:LAS INSTITUCIONES DE BRETTON WOODS
Tribuna
Artículos estrictamente de opinión que responden al estilo propio del autor. Estos textos de opinión han de basarse en datos verificados y ser respetuosos con las personas aunque se critiquen sus actos. Todas las tribunas de opinión de personas ajenas a la Redacción de EL PAÍS llevarán, tras la última línea, un pie de autor —por conocido que éste sea— donde se indique el cargo, título, militancia política (en su caso) u ocupación principal, o la que esté o estuvo relacionada con el tema abordado

Desarrollo: el gran desafío de nuestro tiempo

El autor insta a la comunidad internacional a aumentar sus esfuerzos para apoyar el desarrollo con la inversión en capital humano, la apertura de las economías, el cuidado del medioambiente y el fomento del sector privado.

A veces olvidamos que la raza humana ha progresado más en los 50 años posteriores a la II Guerra Mundial que en ningún, otro periodo comparable de la historia. En los países en vías de desarrollo, la esperanza media de vida ha aumentado de los 40 a los 63 años; los porcentajes de mortalidad infantil se han reducido dos tercios; la renta media se ha duplicado. El este de Asia ha alcanzado cuotas espectaculares de crecimiento durante 20 años, lo cual ha permitido reducir el número de pobres del 30% al 10%. El sur de Asia ha superado el azote del hambre y se ha convertido en uno de los principales exportadores de productos alimenticios. Latinoamérica ha elevado los bajos porcentajes de crecimiento y ha superado su deuda para convertirse en un imán para la inversión privada. En resumen, el esfuerzo por promover el avance social y económico -desarrollo- ha sido un gran éxito.El Banco Mundial, la institución para el desarrollo más importante del mundo, ha contribuido en parte a este progreso, prestando 300.000 millones de dólares para 6.000 proyectos de desarrollo en más de 100 países. Nuestros 178 países miembros -España incluida- nos han acompañado en este esfuerzo. Dentro de unos días, los representantes de estos 178 países se reunirán en Madrid para la 50ª reunión anual del Banco Mundial y el Fondo Monetario Internacional (FMI). Más que recordar los triunfos del pasado, se anticiparán al futuro y analizarán los enormes desafíos del desarrollo todavía pendientes.

A pesar de los avances de las cinco últimas décadas, más de mil millones de personas luchan todavía para sobrevivir en los países en vías de desarrollo con un dólar al día. Dos mil millones de personas carecen de las condiciones básicas de higiene o de agua potable. Tres millones de niños mueren todos los días de enfermedades de fácil prevención. En amplias regiones del mundo -el Africa subsahariana, por ejemplo- más de la mitad de la población vive en la pobreza. A pesar del fuerte crecimiento de Latinoamérica en los últimos años, el 33% de la población es pobre. En Europa del Este y en la ex Unión Soviética, otros 400 millones de personas luchan contra los complejos y graves problemas relacionados con la transición al sistema de mercado. Hay nuevos desafíos a los que hacer frente en Cisjordania, Gaza, Suráfrica y en las economías del Sureste Asiático. Sólo es posible enfrentarse a estos retos aumentando los esfuerzos de la comunidad internacional para apoyar el desarrollo: mediante la inversión en las personas a través de programas de salud, de planificación familiar y de educación -especialmente para las niñas, a las que aún se les niega esta oportunidad en muchas partes del mundo-; mediante el apoyo a las reformas económicas que pueden ayudar a los países a abrirse al exterior y aprovechar el libre movimiento del comercio, la inversión, la tecnología y las ideas; mediante la protección del medioambiente, no sólo los problemas verdes del calentamiento y la deforestación mundiales, sino también los problemas marrones del agua contaminada, la contaminación interna y la erosión del suelo que afecta a la mayor parte de los pobres del mundo; mediante el fomento de un sector privado sólido, reconocido ahora internacionalmente como el principal motor del crecimiento, y mediante el fomento de un sector público más eficiente, animando a los Gobiernos a actuar menos donde el mercado funciona, y más donde no se puede confiar sólo en el mercado.

Estos son los cinco desafíos primordiales del desarrollo. ¿Por qué son importantes? Una de las razones principales es que el mundo está cada vez más interrelacionado. Las naciones en vías de desarrollo constituyen los mercados de comercio e inversión más dinámicos para el mundo desarrollado. Por consiguiente, al ayudar a los países más pobres a mejorar su nivel de vida, las naciones más ricas pueden crear puestos de trabajo y riqueza para sí mismas. Por el contrario, no ayudar a los países pobres acarrea consecuencias negativas para todos nosotros: cada vez se acumularán más refugiados en las fronteras, agravando el problema del paro; las drogas y las enfermedades se propagarán más y el medioambiente se verá dañado irreversiblemente. Por lo tanto, compartimos unos intereses comunes en el desarrollo y el Banco Mundial se dedica a promoverlos.

Aunque no sin fracasos y salidas nulas, el desarrollo durante la segunda mitad del siglo XX ha sido una de las victorias no celebradas de la historia de la humanidad. La manera de enfocar el desarrollo ha cambiado y seguirá evolucionando. Sin embargo, los grandes ideales y objetivos que se plantearon hace 50 años no sólo son tan válidos hoy como en 1944, sino que son aún más importantes. El desarrollo sigue siendo el mayor desafío de nuestro tiempo.

Lewis T. Preston es presidente del Banco Mundial.

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_