_
_
_
_
_

Lucrecia Pérez murió de un disparo en tórax realizado a unos 70 centímetros

Luis Barbero

El asesino de Lucrecia Pérez efectuó tres disparos a corta distancia, unos 70 centímetros, de los que sólo uno, el que impactó en el tórax, fue mortal. Los otros dos proyectiles se alojaron, respectivamente, en el abdomen y en un muslo de la joven inmigrante dominicana.Los forenses que hicieron la autopsia a Lucrecia, Fabriciano Jiménez Cubero y Juan José Carrasco Gómez, indicaron ayer en la Audiencia de Madrid que el homicida disparó con precisión, mientras se caía. "Es un tiro límite, de entrenamiento, de persona que conoce las armas", comentó Carrasco. Los forenses agregaron que la bala que mató a Lucrecia entró por el costado izquierdo y salió por la axila derecha, atravesando el tórax.

Anteriormente, seis peritos médicos discreparon sobre el estado mental de Javier Quílez, uno de los tres jóvenes que el día del crimen -13 de noviembre de 1992- era menor de edad (1¿ años). El psiquiatra Mariano Royo Villanova, llamado por la defensa, aseguró que Quílez no puede ser imputado como culpable porque en el momento del crimen no era un individuo normal. Según Carrasco, Quílez "sabía, conocía y aceptó libremente los hechos que realizó".

Lo que más afecta es lo que sucede más cerca. Para no perderte nada, suscríbete.
Suscríbete

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Sobre la firma

Luis Barbero
Es subdirector de Actualidad de EL PAÍS, donde ha desarrollado toda su carrera profesional. Ha sido delegado en Andalucía, corresponsal en Miami, redactor jefe de Edición y ha tenido puestos de responsabilidad en distintas secciones del periódico.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_