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Patrimonio Nacional obtiene 40 millones con la venta de la caza y la leña de El Pardo

Javier Casqueiro

Todos los partidos de la Asamblea de Madrid (PP, PSOE e IU) exigieron hace un año al Gobierno estatal la catalogación de El Pardo como Parque Nacional. Esa ley no ha sido discutida. La impaciencia de IU ha estallado esta semana, y ha dirigido sus ataques contra la gestión que Patrimonio Nacional hace del monte, al que se acusa de mantener ese espacio superpoblado de caza mayor para venderla a restaurantes de la zona. Patrimonio reconoce que aprovecha la caza selectiva, la leña, el corcho, las piñas y hasta las cuernas de los venados para generar unos 40 millones anuales de ingresos. La conservación de El Pardo cuesta 261 millones. La caza también reduce las reses a las marcadas en 1991 por la Agencia de Medio Ambiente.

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Sopa de gamo

La Agencia de Medio Ambiente (AMA) de la Comunidad de Madrid le impuso el terreno de juego a Patrimonio Nacional en diciembre de 1991 con un Plan de Aprovechamiento Cinegético para rebajar el número de ejemplares de caza mayor en este coto que se califica oficialmente como deportivo. La dirección de la AMA, la oposición de Izquierda Unida y hasta los responsables del monte admiten que en ese momento El Pardo estaba degradado por la superpoblación de especies.La AMA y los portavoces de IU reclaman la figura del Parque Nacional para asegurar la protección futura del monte ante infraestructuras estatales -carreteras, AVE-, pero sobre todo para participar en su gestión, que siguen cuestionando.

Equilibrio

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El delegado de Patrimonio Nacional en El Pardo desde hace seis años, Juan Carlos de la Mata, asegura que este organismo -dependiente del Ministerio de Presidencia y que gestiona los bienes de la jefatura del Estado- está cumpliendo fielmente ese plan de caza selectiva con fecha tope en septiembre de 1996. De la Mata precisa, sin embargo, que no es tan importante el número de ejemplares -que sigue siendo elevado- como su equilibrio entre machos, hembras, animales viejos y crías.

A la cantidad se une, además, un problema de calidad. En este bosque mediterráneo de encinas y dehesas perviven especies naturalmente extrañas, desde pinares con más de 50 años hasta gamos -menos fieros que los ciervos y más fáciles de cazar- o cerdalíes, un híbrido de cerdo y jabalí que Patrimonio quiere extinguir incluso a tiros y no puede.

La portavoz de IU en la Asamblea, Isabel Vilallonga, no concede validez a los censos efectuados por los responsables de Patrimonio e insiste en que El Pardo es un coto exclusivo y hermético que se reserva privilegios desde el régimen anterior. Patrimonio Nacional le ha negado esta semana una visita al monte acompañada de medios de comunicación. El delegado de Patrimonio explica que Vilallonga podría entrar cuando quisiese si tramitara la petición a través de la Mesa de la Asamblea -como han hecho otras veces diputados-, pero sin periodistas. "No parece que el objeto de documentarse sobre El Pardo para presentar una interpelación tenga mucho que ver con la difusión que se pretende dar a la visita al querer venir con la prensa", indica Juan Carlos de la Mata.

Tan sólo 16 equipos cualificados -revistas ecológicas o expertos científicos- han obtenido permiso para trabajar en el monte desde 1992. El temor a las visitas, contempladas en el objetivo divulgativo de los Parques Nacionales, es esgrimido también para oponerse a esta declaración "por la agresión que podrían suponer para un espacio como éste, tan llano", comenta De la Mata.

Un total de 27 personas intentaron durante 1993 saltarse el burocrático procedimiento obligatorio para poder acceder al monte y cazar como furtivos, algunos con métodos tan silenciosos como el arco. Patrimonio Nacional asegura que "todos los furtivos que se intentaron colar fueron detenidos y puestos a disposición de la Guardia Civil".

Parque nacional o reserva científica

El portavoz adjunto de Izquierda Unida en el Congreso de los Diputados, Diego López Garrido, reclamará esta semana en la junta de portavoces explicaciones por la paralización de la declaración del monte de El Pardo como Parque Nacional. La iniciativa de López Garrido llega para respaldar, a su vez, la interpelación de la senadora Isabel Vilallonga, portavoz de IU en la Asamblea de Madrid, al ministro de Presidencia, Alfredo Pérez Rubalcaba, para saber de quién partió la orden de prohibirle la entrada en El Pardo con distintos periodistas. Vilallonga no desiste en su pretensión, y la coalición no renuncia de ninguna manera a que El Pardo sea Parque Nacional.La Agencia de Medio Ambiente de la Comunidad está perfilando los estudios previos para catalogar el monte como reserva científica, una de las mayores protecciones previstas por la Unesco. A Vilallonga no le llega: "Eso no impediría que en el futuro, si el Estado lo requiere para rebajar las expropiaciones de una obra de interés nacional, se vuelva a tocar el monte".

Izquierda Unida ha pedido explicaciones al ex director del Instituto de Conservación de la Naturaleza (Icona), Humberto Da Cruz, sobre la paralizada tramitación de Parque Nacional. Da Cruz ha reconocido que se tropezó con problemas en distintos departamentos de la Administración. El Ministerio de Presidencia, de donde depende Patrimonio Nacional, ha preparado una modificación de la ley actual para atribuirle más competencias y eludir los requerimientos de la Asamblea de Madrid para conseguir un parque nacional a cinco kilómetros de la capital.

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Sobre la firma

Javier Casqueiro
Es corresponsal político de EL PAÍS, donde lleva más de 30 años especializado en este tipo de información con distintas responsabilidades. Fue corresponsal diplomático, vivió en Washington y Rabat, se encargó del área Nacional en Cuatro y CNN+. Y en la prehistoria trabajó seis años en La Voz de Galicia. Colabora en tertulias de radio y televisión.

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