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Sombra del pasado o símbolo de hoy

El regreso del escritor Alexandr Solzhenitsin después de 20 años de exilio fue deportado por el poder soviético en febrero 1974 y privado de su ciudadanía-, causa gran expectación entre los intelectuales y políticos de Rusia. Para los intelectuales, Solzhenitsin personifica la conciencia de Rusia, mientras que la expectación de los políticos es comprensible: tanto los reformistas como la oposición quisieran ganárselo, para reforzar sus posiciones con la autoridad del famoso novelista. Lo que sigue es un abanico de opiniones sobre el significado del retorno de Solzhenitsin.Vladimir Lukín diputado y ex embajador en Estados Unidos: "Su regreso tiene un significado moral que supera el significado cultural y político. Su influencia política sólo puede ser consecuencia de su influencia espiritual".

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Yuri Senabsoy, filósofo: "Para mi generación es un símbolo de la Rusia que se despertaba y luchaba contra el estalinismo. Creo que para él comienza una página trágica y dramática. Solzhenitsin quiere a Rusia apasionadamente, pero la pasión a veces ciega, y me parece que la imagen que tiene de Rusia quizá le impida ver lo que pasa en la realidad".

Mijail Poltoranin, diputado, ex ministro de Prensa: "SoIzhenitsin es el León Tolstó¡ de nuestros días, pero irritará a todos con sus consejos: al presidente, al Gobierno, a la oposición".

Oleg Kaliguin, general retirado del KGB: "Creo que el tiempo de Solzhenitsin ya pasó. Lo que hizo para el país está todo en el pasado. Al pueblo ruso ya no le importa".

Larisa Piyásheva, economista liberal: "Me temo que tendrá una gran decepción. Muchos demócratas que están ahora en el poder lo verán como a un competidor".

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Ley Aninski, crítico literario: "Durante dos o tres semanas nos olvidaremos de Zhirinovski y miraremos otro espéctaculo: todos intentarán atraerlo, pero Solzhenitsin no se casará con nadie y, entonces, acabarán diciendo que lo respetan pero que él no comprende la situación".

Shamil Sultánov, analista: "Después de una breve ola de interés público, las diferentes fuerzas políticas tratarán de utilizarlo para sus propios fines: los derechistas, los izquierdistas y los centristas.

Víktor Yeroféyev, escritor: "Estoy muy contento de que Solzhenitsin regrese, porque pienso que hará algo útil: dividirá a los nacionalistas en puros e impuros, debilitando así a unos y otros. En cuanto a su destino literario, desearía que le pusiera fin, pues ya no se le puede agregar nada".

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