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ELECCIONES EN PAZ

"Quiero abrir un espacio desde el liberalismo hacia izquierda democrática"

Juan Jesús Aznárez

Ernesto Samper Pizano, 43 años, candidato liberal a la presidencia de Colombia, promovía en los años setenta discusiones sobre la pobreza, la distribución de la riqueza y la justicia. Ahora se considera un capitalista social que piensa introducir un estatuto anticorrupción "con penas más gravosas para los delincuentes de cuello blanco". "Aquí, como en otros países, sólo caen los peces pequeños. Y en eso ustedes tienen alguna experiencia", reconoce.Al igual que su rival, Andrés Pastrana, defiende la apertura económica, promete la progresiva desmovilización de la guerrilla, la modernización del país y mejoras en todos los órdenes. Precisa, sin embargo, que lo hará con una mayor sensibilidad y experiencia. Una de sus aspiraciones es humanizar la guerra entre las fuerzas de seguridad y la guerrilla mediante la aplicación de la Convención de Ginebra. Denuncia el paramilitarismo y' subraya que trabajará por un "un mayor compromiso con el respeto de los derechos humanos tanto por parte del Estado como por los grupos alzados en armas".

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Samper estudió Derecho y Económicas en la Universidad Javeriana. Compartió pupitre con el asesinado dirigente del M-19 Carlos Pizarro, y él mismo ha sido víctima del terrorismo. El 3 de marzo de 1989 sobrevivió a un atentado en el que recibió 11 balazos. Cuatro de los proyectiles permanecen aún alojados en su cuerpo. Casado y con tres hijos, fue considerado niño prodigio. Reitera una promesa cuyo cumplimiento sería también portentoso: crear un millón y medio de empleos productivos y arrebatar así a la violencia uno sus pilares fundamentales. "En los últimos años se han generado entre 800.000 y 900.000 puestos de trabajo. Duplicaremos las exportaciones, crearemos 350.000 nuevas microempresas, obras de infraestructura y conseguiremos la recuperación del campo".

Ernesto Samper es un hombre cordial, con sentido del humor y conciliador " excesivamente confiador para una labor de gobierno", piensan sus críticos. Samper ;e considera representante del ala más socialdemócrata del partido. Eso me ha permitido una convocatoria más amplia en lo que yo llamo Alianza por Colombia. Aquí han entrado cristianos, indígenas, la negritud, los conservadores progresistas, independientes Quiero abrir un nuevo espacio desde el liberalismo hacia la izquierda dernocrática". Contrano a la despenalización del consumo personal de drogas, fue elegido senador en 1986, ministro de Desarrollo Económico con el actual Gobierno de César Gaviria. En noviembre de 1991 fue nombrado embajador en España, cargo al que renunció en 1993 para participar en las elecciones.

"Las relaciones con España son excelentes. Felipe González saldrá adelante porque nadie discute que es una persona honesta. De todas formas, quizás habría que definir un nuevo esquema en nuestra relación comercial. Hay áreas en las cuales encontramos restricciones y no sólo en Espafia". El candidato lamenta la presunción de culpabilidad y la discriminación que sufren muchos latinoamericanos.

Samper admite que el narcotráfico y el blanqueo de dinero distorsionan el funcionamiento económico de su país. "Llega mucho flujo de capitales amparado en la libertad cambiaría. Nos produce desequilibros y nos obliga a la revaluación, que a su vez complica las exportaciones".

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"En términos políticos", afirma, "se acabó el narcoterrorismo con la desaparición de Pablo Escobar, aunque tenemos todavía el problema del cartel de Cal¡ y. otros carieles menores. Ahí pienso mantener la política de sometimiento voluntario de los narcotraficantes a la ley".

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