_
_
_
_

Argentina detiene a un antiguo capitán nazi acusado de una matanza en Italia en la guerra

Juan Jesús Aznárez

La policía federal argentina detuvo en San Carlos de Bariloche al ex capitán nazi Erich Priebke, de 81 años, acusado de complicidad en la ejecución de 335 italianos para vengar la muerte de 32 soldados alemanes en un atentado perpetrado por la resistencia partisana. Priebke, a quien se consideró tercero en la cadena de mando de la Gestapo en Roma, reconoció haber matado a una persona durante aquel terrible acontecimiento, ocurrido el 24 de marzo de 1944 en el interior de unas viejas minas de la Vía Ardeatina y llevado después al cine.En declaraciones a una emisora de radio bonaerense desde la localidad donde reside hace 46 años, el anciano, cuya extradición ha pedido la justicia italiana, afirma que "ninguno quería esa represalia. Eramos funcionarios de policía con poca práctica de armas. Era una cosa terrible para nosotros, pero teníamos que cumplir con las órdenes, de otra forma nunca hubieramos hecho nada de eso". Rubén Beraja, presidente de la Delegación de Asociaciones Israelitas Argentinas (DAIA) no acepta, sin embargo, el arrepentimiento del detenido. "Estaba profundamente involucrado en la persecusión antisemita", afirma. Priebke, detenido en la noche del lunes, permaneció 20 meses en un campo de prisioneros y según sus manifestaciones recibió ayuda del Vaticano para dejar Italia.

El atentado al que siguió la histórica matanza, ordenada personalmente por Adolf Hitler desde Berlín, tuvo lugar el 23 de marzo. La explosión de una bomba ocultada en un carro de basura diezmó una compañía de las SS, tropas de élite, que marchaba en formación en pleno centro de la capital italiana. La represalia anunciada fue ésta: de no entregarse los autores del atentado morirían diez italianos por cada alemán caído.

El comando partisano no se entregó y Herbert Kappler, máximo responsable de la Gestapo en Roma y absuelto en Venecia por un tribunal inglés, procedió a la redacción de la lista de condenados a muerte. Asistido por Priebke y otros oficiales, y al no encontrar suficientes detenidos en las cárceles, principalmente en la de Regina Coeli, el comandante nazi echó mano de cuatro menores y 75 judíos para completarla. Fueron fusiladas quince personas más de las establecidas en el escarmiento de Hitler: diez por deseo de Kappler y cinco por error.

Conocer lo que pasa fuera, es entender lo que pasará dentro, no te pierdas nada.
SIGUE LEYENDO

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_