Biden extiende por 18 meses el estatus de protección temporal para más de 800.000 venezolanos y salvadoreños
La prórroga se debe a la continua crisis causada por el “régimen inhumano de Maduro” y las condiciones climáticas en El Salvador
El presidente Joe Biden está terminando su mandato, pero todavía tiene tiempo para dar alguna sorpresa. En este caso, apoyando un programa migratorio que su sucesor, el republicano Donald Trump, ha criticado una y otra vez, y que puede ser una piedra en el zapato para sus planes de deportación masiva; pero que también manda un mensaje fuerte a Caracas, donde Nicolás Maduro este viernes se ha proclamado presidente sin mostrar las actas de las elecciones que se celebraron en julio. El Departamento de Seguridad Nacional (DHS, por sus siglas en inglés) ha anunciado la prorrogación por 18 meses del estatus de protección temporal (TPS), que permite residir y trabajar legalmente en Estados Unidos, para 600.000 venezolanos y 234.000 salvadoreños que viven ahora mismo en el país.
En cuanto a los venezolanos, la extensión se debe a las “extraordinarias y temporales condiciones que impiden que los ciudadanos venezolanos elegibles retornen de manera segura”. De acuerdo al comunicado del DHS, tras un análisis con diferentes agencias federales, se justifica por la “crisis económica bajo el régimen inhumano de Maduro” que ha “contribuido a elevados niveles de delincuencia y violencia, afectando al acceso a alimentos, medicinas, atención sanitaria, agua, electricidad y combustible”.
Los beneficiarios de esta extensión serán más de medio millón de venezolanos que hayan llegado a Estados Unidos antes del 31 de julio de 2023; quienes hayan llegado después no son elegibles para el TPS ni su prórroga. Ahora, después de que tramiten su extensión, estos venezolanos podrán quedarse en el país hasta el 2 de octubre de 2026, por lo menos.
La prórroga para los 234.000 salvadoreños bajo el manto del TPS, de acuerdo al comunicado publicado por el DHS, la razón detrás de la decisión son las “condiciones ambientales en El Salvador que impiden que los individuos regresen”. La gran mayoría de los salvadoreños que se benefician del TPS llegaron al país hace más de dos décadas, después de los terremotos de 2001 que destrozaron al país centroamericano. Desde entonces, en línea con los parámetros del TPS, se ha ido extendiendo el periodo de su protección temporal cada 18 meses.
Estaba agendado para expirar en marzo de 2025, sin embargo, la última prolongación lo lleva hasta el 9 de septiembre de 2026. Según el DHS, los eventos geológicos y climáticos, en particular las fuertes lluvias que han caído en El Salvador en los últimos dos años, han afectado las zonas donde los temblores causaron sus estragos a principios de siglo. En consecuencia, argumentan, no hay una certeza de un regreso seguro.
La extensión del TPS para dos de las nacionalidades con más beneficiarios ha sido un reclamo reciente por parte de legisladores del Partido Demócrata y también de las organizaciones que defienden a los migrantes, que argumentaban que era necesario para proteger a cientos de miles de personas de los planes de deportación masiva del presidente electo Trump. El presidente del caucus hispano en el Congreso, el representante Adriano Espaillat, demócrata de Nueva York, respondió con entusiasmo a la medida. “Esta decisión proporciona alivio y estabilidad a cientos de miles de personas que no pueden regresar con seguridad a sus países de origen debido a las crisis ambientales y políticas en curso. Refleja los valores de compasión y humanidad de nuestra nación, y me comprometo a seguir esforzándome para garantizar el apoyo a estas comunidades”, declaró.
La decisión es la última muestra de apoyo del Gobierno de Biden al TPS, que se ha expandido durante su mandato para cubrir alrededor de un millón de personas. Sin embargo, a pesar de la extensión actual, el futuro del programa es incierto bajo la próxima Administración. Tras ya buscar limitarlo durante su primer periodo en la Casa Blanca, Trump ha sugerido que volvería a reducir su alcance para ayudar en su objetivo de deportar a millones de personas. Cuando fue presidente intentó acabar con el TPS para salvadoreños, pero las cortes lo detuvieron.
A pesar de que esta extensión ha sido bienvenida por las voces que se han alzado en nombre de los migrantes ante la amenaza que supone el retorno de Trump al poder, deja a muchas otras personas no contempladas en la medida vulnerables a las deportaciones que el republicano quiere implementar cuanto antes. Por un lado, las otras nacionalidades que se benefician del TPS —de haitianos a nicaragüenses, hasta afganos o ucranianos—, pero también a llamados dreamers los, que llegaron al país siendo niños y, gracias al programa DACA, aprobado durante la presidencia de Barack Obama, consiguieron permisos de residencia y de trabajo temporales.
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