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La Unión Europea prevé la supresión de 70.000 empleos a lo largo de 1994

Lluís Bassets

La Comisión Europea mantiene todos los objetivos de liberalización del sector del automóvil en Europa, incluyendo la fecha de 1999 para la completa apertura del mercado, a pesar de unacrisis que "constituye su prueba más dificil desde la II II Guerra Mundial" y que supondrá la supresión de 70.000 empleos en 1994. Este es el duro diagnóstico presentado ayer por el comisario de Industria, Martin Bangemann.

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La comunicación propugna una presencia de la producción europea en el mercado mundial, una adaptación a las nuevas necesidades medioambientales y la disminución de los costes de producción como caminos para salir de la actual crisis del sector.El informe presentado por la Comisión recoge la previsión de supresión de 70.000 empleos en 1994. La producción ha sufrido en 1993 un recorte de casi el 16%, hasta situarse en 11,74 millones de unidades, lo que representa una disminución de dos millones de vehículos y la caída más importante de la historia de un año para otro. Según la Comisión, esta crisis no es definitiva, pero la recuperación llegará "lo más pronto en l995". Para 1999, en cambio, se prevé la superación de los, 15 millones de unidades.

"La industria europea no es poco competitiva por definición, y cuenta con algunas desventajas que si se pueden eliminar darán lugar a un futuro brillante", aseguró Bangemann. Las soluciones para mejorar la competividad pasan, entre otras cosas, por la penetración europea en el mercado mundial, principalmente en Asia y África. El informe ilustra la débil presencia y la nula política comercial europea hacia el resto del mundo.

El desarrollo de vehículos más limpios y anticontaminantes, la gestión telemática del tráfico, los modelos de coches inteligentes son algunos de los caminos indicados por la Comisión para salir de la crisis en Europa. La mejora de la seguridad de los conductores y pasajeros, con la instalación de un sistema europeo obligatorio a partir de 1996, es otro de los capítulos abordados por el comunicado de la Comisión. El texto también plantea la necesidad de reducir las emisiones de gases y apoya la imposición sobre los carburantes.

El comisario Bangemann propugnó también una armonización de la fiscalidad, con el objetivo de mejorar el funcionamiento del Mercado Interior europeo. Un capítulo entero del comunicado se dedica a la utilización de los fondos estructurales para la mejora de los recursos humanos y el apoyo a las intervenciones estructurales. La Comisión también prevé inversiones anuales en investigación y desarrollo destinadas al automóvil del orden de 550 millones de ecus (casi 90.000 millones de pesetas).

Bangemann propugnó un buen funcionamiento del Mercado Interior, la persecución de las prácticas desleales y la apertura progresiva y no traumática hacia los industriales europeos. El comisario defendió la eficacia de los acuerdos de apertura progresiva con Japón, que han servido para estabilizar su -presencia en el mercado. "La estabilidad que resulta de estas condiciones favorecerá la reestructuración de la industria y su objetivo de llegar a niveles adecuados de competitividad internacional para finales de 1999", dice la Comisión.

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Sobre la firma

Lluís Bassets
Escribe en EL PAÍS columnas y análisis sobre política, especialmente internacional. Ha escrito, entre otros, ‘El año de la Revolución' (Taurus), sobre las revueltas árabes, ‘La gran vergüenza. Ascenso y caída del mito de Jordi Pujol’ (Península) y un dietario pandémico y confinado con el título de ‘Les ciutats interiors’ (Galaxia Gutemberg).

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