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Bossi pide al congreso de la Liga Norte que apruebe su alianza electoral con Berlusconi

La alianza de la Liga Norte con el empresario Silvio Berlusconi va adelante, y el líder lombardo, Umberto Bossi, pidió ayer a sus huestes que la aprueben. "Ningún acuerdo", en cambio, con el Partido Popular Italiano (PPI), ex democristiano de centro-izquierda, ni con la Alianza Nacional del neofascista Gianfranco Fini. El pronunciamiento sobre estos temas del congreso de la Liga, que Bossi inauguró en la tarde de ayer, debería cerrar el baile de contactos para formar un bloque de derechas, que, pese a durar ya más de dos semanas, podría tener un desenlace sorpresa.

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Contribuyó a esta impresión el nuevo ultimátum lanzado por Berlusconi, quien, cansado de tanto minueto, advirtió el pasado jueves que "si la música no cambia" a partir del lunes correrá solo con su Forza Italia. El rey de la televisión privada italiana acaba de enterarse de que, según la Doxa, el instituto de sondeos más prestigioso de su país, es el político en el que más italianos confían.Roberto Formigoni, del ala derecha del PPI vinculada al movimiento católico Comunión y Liberación, se apresuró a comentar por las mismas horas, que Berlusconi volvía a buscar contactos con el centro, porque "ya no se fia de Bossi". Pareció así abrirse de nuevo el absurdo camino ya recorrido por tortuosos vericuetos, desde que la Liga anunció su "importante acuerdo" con el ex democristiano Mario Segni, que inmediatamente fue enterrado en aras de la alianza con Berlusconi para, a continuación, dejar ésta en entredicho hasta que il cavaliere no aceptara que en el norte de Italia no habrá más parlamentarios que los de la Liga.

Pero todo parece dispuesto para que la alianza pueda cerrarse este fin de semana. Francesco Speroni, el presidente de los senadores de la Liga, ha informado que Berlusconi acepta ser candidato en Milán sólo para el 25% de escaños que se atribuirá según el sistema proporcional, y no como cabeza de lista, cediendo a Bossi todo el protagonismo.

Roberto Maroni, el negociador de los acuerdos electorales del líder de la Liga, afirmó, por su parte, que para el acuerdo con Berlusconi "ya sólo falta que el congreso dé el nulla ostat" "Habrá que esperar hasta el último minuto del último día del congreso para saber cuál será la decisión de la Liga", añadió Gianfranco Miglio, politólogo de Bossi.

El congreso concluye el domingo, y el mismo día Berlusconi se presenta por primera vez al público, en un palacio de congresos de Roma, como presidente de Forza Italia. De manera que no es dificil adivinar que la solución del rompecabezas se encuentra a la vuelta de la esquina. Bossi dijo, en defensa de su alianza con Berlusconi, que "ha llegado el momento de romper el aislamiento" de la Liga y definir un pacto que "potencie la demolición de los viejos partidos, que se están camuflando". El pacto, añadió, "contrarrestará el avance del fascimo en el sur y hará que se exprese en esas regiones meridionales una fuerza política, no ya centralista, sino federalista, para superar la grave contraposición política, además de económica" entre las dos Italias.

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Los tres colores -rojo, blanco y verde- de la bandera italiana, recién incorporados a la escenografía de la Liga, sirvieron de fondo a esta intervención de Bossi, que entró en la sala al compás de la marcha triunfal de Aida. "En cuanto se alcance el quórum, arranco", dijo por el micrófono, cuando pasaba de una hora el retraso acumulado con respecto a la hora prevista de inauguración del congreso. "La Liga es un movimiento de trabajadores, y no resulta fácil que la gente venga a esta hora en un día de trabajo", añadió.

Polo liberal democrático

Su número dos, Maroni, que, pese a la campaña electoral no renuncia a actuar en un próximo festival con su conjunto musical Distretto 51 and Capric Horns, explicó que el acuerdo con Berlusconi llevará "al polo liberal democrático al Gobierno" y desembocará en la creación de un sólo grupo parlamentario que incluirá también al Centro Cristiano Democrático (CCD), escisión de la derecha ex democristiana. Un sector del Partido Liberal se disponía ayer también a engrosar estas fuerzas.Más escéptico, Miglio señalaba que en la confusión actual la discusión de programas resulta tan problemática para la derecha como para la izquierda y añadía que la única posibilidad de acuerdo se reduce a "no pisarse" las candidaturas. Entre los objetos a la venta para financiar este cónclave de la Liga reunido por primera vez en Bolonia, feudo tradicional de los comunistas, destacaba, una viñeta con dos estatuas dibujadas: la primera, al noble Alberto de Giussano, que venció a Barbarroja en 1176. La segunda, "al senador Umberto, vencedor del follón rojo en 1994".

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