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Leguina niega el cambio de Gobierno que pide IU

Vilallonga, y Ruiz Gallardón coinciden en 'suspender' la gestión de varios consejeros

Javier Casqueiro

El debate sobre el estado de la región reabrió ayer la confrontación dialéctica entre el Gobierno y la oposición. Pero la discusión duró muy poco. Entre anécdotas, pullas y réplicas, los políticos no aportaron ideas para salir del túnel de la crisis económica. El presidente regional, Joaquín Leguina, recibió con muy buenas palabras la intervención desde la tribuna de la portavoz de IU, Isabel Vilallonga. Aunque anunció que intentará mejorar la gestión de algunas de sus consejerías, dejó claro que no va a acometer los cambios de carteras en su Gabinete que Vilallonga le requirió. Para el presidente del grupo parlamentario del PP, Alberto Ruiz Gallardón, que pidió la supresión de la mitad de las consejerías, la respuesta de Leguina fue la de siempre: no.

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Vilallonga fue la encargada ayer de romper el fuego en el debate pero durante su exposición no logró encender ninguna llama Dedicó unas líneas a explicar las razones de los sindicatos para convocar la huelga general, se metió con la política liberal de Carlos Solchaga y Felipe González y demandó un acuerdo estatal entre PSOE e IU para hacer posible un giro a la izquierda.Sin embargo, la portavoz de IU también se preocupó de dejar constancia de las enormes diferencias existentes, según su criterio, entre la política practicada por el PSOE de González y el de Leguina. Al presidente lo definió luego como un "buen novelista, una persona de talla, inteligente y capacitada para entender y encabezar un proyecto de izquierdas pluralista y autónomo, que acabará por confluir".

Isabel Vilallonga ofreció su análisis sobre el "escenario enormemente preocupante" de la crisis económica, relacionado con el elevado peso del sector servicios (71% del producto interior bruto regional), y aceptó el reto lanzado el lunes por Leguina de reducir la jornada laboral, pero siempre después de negociar esta propuesta con los sindicatos. La portavoz de IU destacó, entre los logros del último año de la Comunidad de Madrid, el Pacto por la Industria y demandó al' Ejecutivo del PSOE un genérico "acuerdo por la solidaridas".

IU pretende sumar en ese hipotético plan de emergencia contra la crisis recursos de la Comunidad -cuyo presupuesto en 1994 será de 480.000 millones- y buena parte de los 800.000. millones que manejan en total los ayuntamientos de la región.

La portavoz de IU se reservó el último capítulo de su intervención para concretar su propuesta de reforma del Gobierno regional. Vilallonga precisó exactamente cuáles son las consejerías con las que no está contenta y en las que la gestión es "rnanifiestamente mejorable".

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El primer palo se lo llevó el consejero de Economía, José Luis Femández Noriega, porque "la gestión del Pacto por la Industria hasta ahora ha adolecido de serias deficiencias". El segundo pullazo fue para el responsable de la Oficina Regional para el Desarrollo de los Barrios del Sur (OCAP), Miguel Ángel Pascual, por "la ausencia de una política integral, debido al funcionamiento rutinario de las consejerías implicadas".

El tercer varapalo fue para el consejero de Cooperación, Virgilio Cano, como responsable máximo del Medio Ambiente, y el último se lo dedicó al titular de Política Territorial, José María Rodríguez Colorado ' porque "en la política de erradicación del chabolismo el año pasado fue de pertinaz sequía".

El mismo discurso

Teófilo Serrano, portavoz oficial del PSOE, lidió con una faena clásica de corte institucional para dejar el papel estelar de su partido en manos del presidente autonómico. Al final tuvo la franqueza de admitir que todos los portavoces de repiten, año tras año, en este debate sobre el estado de la región.

El pleno de la Asamblea aprobó 14 de las 19 genéricas propuestas de resolución presentadas, pero el PSOE evitó, con su voto en contra, la trampa que le tendió el PP: aconsejar a los sindicatos que no convoquen una huelga general.

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Sobre la firma

Javier Casqueiro
Es corresponsal político de EL PAÍS, donde lleva más de 30 años especializado en este tipo de información con distintas responsabilidades. Fue corresponsal diplomático, vivió en Washington y Rabat, se encargó del área Nacional en Cuatro y CNN+. Y en la prehistoria trabajó seis años en La Voz de Galicia. Colabora en tertulias de radio y televisión.

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