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El Gobierno advierte a sus interlocutores que nadie fuerza a pactar la renovación de la vida pública

El Gobierno y la oposición mantiene intactas sus estrategias para explicar qué les ha llevado a buscar un consenso institucional y legislativo. Los socialistas remachaban ayer que nadie les ha obligado a articular en una serie de normas la renovación de la política española, y como prueba muestran su propio programa electoral. El Partido Popular se atribuye la baza de haber forzado al Ejecutivo a la negociación; los nacionalistas se consideran imprescindibles e Izquierda Unida combina la movilización con un diálogo al que acude con el "espíritu del escaldado". Socialistas y populares mantuvieron el viernes su primera reunión, mientras Izquierda Unida se suma esta mañana a la negociación.

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El PSOE y el Gobierno se han propuesto no dar ningún paso que pueda incomodar a las demas fuerzas parlamentarias y, sobre todo, a un Partido Popular cuya oposición rotunda ya saben que cala hondo en la opinión. Los socialistas creen que la ciudadanía aprecia el diálogo y por ello lo impulsan "con independencia de lo que se trate". De ahí, las ostensibles diferencias de tono de unos y otros tras la reunión del jueves. Los socialistas recalcaban el carácter "constructivo" del diálogo mantenido, mientras que los populares insistían en su "escepticismo", aun reconociendo en sus adversarios cambios de talante a mejor.No obstante, miembros del Gobierno no podían ayer reprimir cierta irritación al escuchar a dirigentes del PP como Francisco Álvarez-Cascos o Rodrigo Rato decir que las reformas institucionales sobre las que se quiere pactar son promovidas por ellos y que el PSOE se enganchará a las mismas.

Estos interlocutores gubernamentales recalcan que desde hace más de siete meses están trabajando para desarrollar el impulso democrático. No obstante, el PSOE confía en que los populares hagan oídos sordos a los sectores que les animan a romper el diálogo.

Socialistas y populares emprenderán la negociación con el desbloqueo para elegir al Defensor del Pueblo, la provisión de vacantes del Consejo General del Poder Judicial y del Consejo de Universidades. Continuarán con la reforma de RTVE, la ampliación de competencias del Tribunal de Cuentas y más adelante con reformas procesales.

Izquierda Unida no cree que de la entrevista de hoy se vayan a obtener resultados espectaculares, pero sí quiere arrancar a los socialistas "compromisos concretos" en el desbloqueo de los puestos institucionales y en una serie de medidas que supongan una renovación ética de la política, según fuentes parlamentarias de IU. Los representantes de la federación acudirán a la cita "con una fotocopia bajo el brazo" de la parte de su programa electoral que se englobaba bajo el epígrafe La ética y la honestidad en la actividad pública, con propuestas como un pacto contra la corrupción o la reforma de la financiación de los partidos.

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Para Izquierda Unida también son "urgentes y acuciantes" una renovación de los puestos institucionales que salga de la actual "dinámica de cupos", y la reforma del Tribunal de Cuentas. Los dirigentes izquierdistas expondrán de igual forma su preocupación por las "lagunas en la transparencia y fiscalización de algunas instituciones".

Los representantes ' de IU quieren saber cuál va a ser la receptividad de los socialistas a discutir sus enmiendas a los Presupuestos, en particular a la quincena relativas a la financiación municipal.

Todo ello no obsta para que la actitud de la delegación izquierdista sea básicamente de escepticismo. "Estamos abiertos al diálogo, como siempre, pero vamos con el espíritu del escaldado", indican gráficamente dichas fuentes. IU no ha olvidado la "postergación y exclusión sistemática" en que los socialistas les han tenido.

El PSOE, además, ha mostrado hasta ahora, según sus interlocutores de hoy, escasos gestos que muestren la apertura que predica. "Nosotros", dicen las fuentes de IU, "podemos estar muy dispuestos a apoyar a Martín Pallín para Defensor del Pueblo, pero no queremos enterarnos por la prensa".

La delegación izquierdista estará formada por los diputados Francisco Frutos, Rosa Aguilar y el renovador Diego López Garrido; el responsable de organización de IU, Mariano Santiso, y el responsable de relaciones políticas de Iniciativa per Catalunya, Jordi Guillot. El PSOE y el Gobierno envían a la delegación que el jueves negoció con el PP: el ministro de la Presidencia, Alfredo Pérez Rubalcaba, el presidente del Grupo Socialista, Carlos Solchaga, y el secretario de Organización, Txiki Benegas.

El líder de IU, Julio Anguita, quizá haya sido el dirigente más reacio a creer que pueda salir algo positivo del diálogo. Anguita, enfrascado en la campaña de movilización lanzada por IU, cree que ésta ha de ser la verdadera apuesta de su fuerza en estos momentos y ha prodigado los gestos de desdén hacia la reunión de hoy.

En una semana, los socialistas repetirán entrevista con el PP y habrá una ronda con los nacionalistas catalanes y vascos y con Coalición Canaria.

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