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ECOLOGÍA

Este verano ardió menos bosque, pero hubo más incendios que el año pasado

La superficie quemada en incendios forestales durante los nueve primeros meses de este año fue de poco más de 87.000 hectáreas, unas 10.000 menos que lo quemado el año pasado en el mismo periodo. De esas 87.000 hectáreas, casi 33.000 fueron arboladas. El bajón respecto a 1991 ha sido más acentuado; ha ardido poco más de la tercera parte.Sin embargo, el número de incendios sigue aumentando. Mientras que en 1992 se habían contabilizado 13.182 para estas fechas, este año van ya 13.696.

Los datos, facilitados por el Icona, abarcan hasta el 26 de septiembre. Las comunidades más afectadas por las llamas entre enero y septiembre han sido la Comunidad Valenciana -27.000 hectáreas calcinadas, algunas de ellas con el agravante de que han ardido varias veces en los últimos 15 años- y Andalucía -16.400 hectáreas, algunas de ellas en territorio de parque natural- Eso, en datos absolutos.

En términos relativos -monte quemado respecto a la superficie forestal total de esa región-, la Comunidad Valenciana ha sido también la más perjudicada. Ha ardido un 2,20%, y quedan tres meses para el balance total de 1993, lo que quiere decir que, a ese ritmo, en unos 40 años las llamas habrán recorrido toda la superficie forestal valenciana. Le sigue Baleares, donde una serie de incendios provocados durante el verano han llevado el fuego a casi un 1% de la superficie forestal de una de las zonas con mayor atractivo turístico del país.

El balance de Galicia

Un caso a destacar es el de Galicia, donde ha habido 6.800 incendios - 10 veces más que en la Comunidad Valenciana-, y, sin embargo, sólo han ardido 7.350 hectáreas. Junto con Madrid, es la región que ha presentado mayor efectividad en la extinción de incendios (en torno a una hectárea arrasada por incendio). Los peores datos en este sentido los arroja nuevamente la Comunidad Valenciana: ahí se han quemado más de 43 hectáreas por cada incendio.La organización ecologista Greenpeace denunció este verano lo que ellos consideran que es una de las causas principales de los incendios forestales: los intereses de los industriales de la madera. Nicasio Guardia, presidente de la Confederación de Organizaciones de Selvicultores -propietarios de bosques(Cose), dijo ayer que estas acusaciones son "peligrosas e irresponsables" para la buena salud de los bosques españoles. "Las maderas procedentes de los fuegos tienen un precio bajo", explicó, "porque sólo sirven para las industrias de trituración, fábricas de celulosa y tableros, y porque los gastos de extracción de esa madera del bosque son muy elevados".

Los expertos de Icona mantienen que la gran mayoría de los incendios se produce por negligencias humanas.

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