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Clinton defiende en Florida el control de las armas de fuego

Antonio Caño

Un día después de haber introducido en el Congreso su ambiciosa ley contra el crimen en Estados Unidos, el presidente norteamericano, Bill Clinton, declaró ayer que un cierto control en la venta de armas de fuego es necesario para combatir la violencia, especialmente entre los más jóvenes.Clinton aprovechó ayer su visita al Estado de Florida, cuya economía se ve afectada por la reciente ola de asesinatos a extranjeros, para advertir que una de las prioridades de su Gobierno es la lucha contra la delincuencia y la violencia callejera, que es la segunda causa de muerte entre los norteamericanos con edades comprendidas entre los 15 y los 25 años.

Clinton explicó que el plan anticrimen que ha presentado ante el Parlamento "contiene más fondos para poner más policías en las calles". "Esto es algo", explicó, "en lo que creo firmemente. Queremos incorporar 100.000 policías más a las ciudades de Estados Unidos para que cada comunidad cuente con los agentes suficientes para decidir su propia estrategia de seguridad".

El presidente norteamericano dijo que su programa contra el crimen contiene la incorporación de la nunca aprobada ley Brady (que pide que se fije un período de espera de cinco días antes de que cualquiera pueda comprar un arma de fuego, y que lleva ese nombre en honor del funcionario herido durante el atentado contra Ronald Reagan) y otra ley añadida "para prohibir que varios tipos de armas de asalto puedan estar en posesión de los jóvenes".

Condenas más duras

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El proyecto de ley presentado ante el Parlamento incluye también una mayor dureza en las condenas contra los delincuentes y la extensión de la pena de muerte a medio centenar de delitos. La limitación en la venta de armas, a la que se oponen los republicanos y muchos demócratas, es el aspecto más controvertido del plan.

Clinton trató ayer, como hizo en su discurso del pasado miércoles ante el Parlamento, de relacionar la lucha contra el crimen con sus planes de reforma del sistema sanitario.

"Una de las razones por las que el sistema de salud norteamericano es tan caro", dijo, "es porque nuestros hospitales y nuestras salas de emergencia están llenos de gente herida de bala o de arma blanca". "Si mirásemos la cifra que los contribuyentes norteamericanos pagan en asistencia sanitaria relacionada con la violencia nos quedaríamos perplejos", añadió.

El presidente dijo que el crimen no es un hecho aislado, sino "un problema nacional", dijo, acudiendo a un ejemplo estremecedor: "Cuando el padre de Michael Jordan fue asesinado, la nación entera se conmovió, pero nadie sabía los nombres de otras 22 personas a las que habían matado en ese mismo condado en lo que va de año". Añadió que espera poder firmar la ley este mismo año, pero los obstáculos en el Congreso son numerosos.

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