Los sindicatos se oponen a la privatización de empresas
Los planes de privatización que está estudiando el Gobierno (véase EL PAÍS de ayer) han encontrado la oposición frontal de los sindicatos. Tanto Apolinar Rodríguez (UGT) como Agustín Moreno (CC OO) coincidieron en apreciar que "las privatizaciones son engañosas, son pan para hoy y hambre para mañana". Rodríguez subrayó que "la única solución duradera para reducir el déficit público es la que deriva de la contención de gastos y de los mayores ingresos". También dijo: "El planteamiento de eliminar empresas públicas es apriorístico, ideológico y conservador, y elimina responsabilidad al Gobierno respecto a su capacidad de actuación demostrando su incapacidad para salvar la economía".More-no sospecha que las privatizaciones "son probablemente una concesión a las presiones de la derecha nacionalista". También calificó la medida como "un obstáculo" para la recuperación económica y "una ganga" para el capital privado y adelantó que los sindicatos se opondrán a cualquier plan.
El vicepresidente del Gobierno, Narcís Serra, precisó en Gavá (Barcelona) que el Ejecutivo "no proyecta acometer un plan global de privatizaciones", sino enajenar capital de aquellas empresas y servicios públicos que puedan "mejorar la gestión" si son de carácter mixto o privado. Serra aseguró que el proyecto de privatizaciones "se hará sin dogmatismos y en cada caso se hará lo que más convenga". En otro momento dijo que "el Gobierno es consciente de la venta de empresas no es la solución a la crisis si no va a compañada con la contención del gasto".
El ministro de Economía, Pedro Solbes, matizó, después de subrayar que es partidario de impulsar una política de privatizaciones de empresas, que el Gobierno estudiará con cautela y caso por caso las posibles privatizaciones. También destacó que el Gobierno se quedará siempre con el control de las empresas que privatice. Según Solbes, los Presupuestos de 1994 podrían recoger unos ingresos de 200.000 millones vía privatizaciones.
El Partido Popular, principal partido de la oposición, calificó que, a su juicio, el plan de privatizaciones sería un acierto porque "el sector público es excesivo".
