Alcaldes vascos denuncian que ETA compra armas con dinero del chantaje a los empresarios

Los alcaldes de 10 de los 18 ayuntamientos que forman la comarca guipuzcoana del 4Goiherri han firmado una moción de apoyo a los empresarios de la zona y de denuncia de las extorsiones y amenazas de ETA de las que éstos han sido víctimas. La moción constituye un nuevo hito en la movilización contra ETA, a la que acusa de emplear el dinero del chantaje para comprar armas y sufragar medios de comunicación. El rey Juan Carlos viajará en la primera quincena del mes de octubre al País Vasco para reunirse con empresarios y visitar la localidad guipuzcoana de Oñati.

El Goiherri, una zona de fuerte implantación etarra y cuna de numerosos activistas, entre ellos el actual máximo dirigente Francisco Múgica Garmendia Pakito, es a la vez, según denuncian los alcaldes, una de las comarcas más castigadas por la extorsión de ETA.Varios empresarios con industrias afincadas en esa demarcación fueron secuestrados por la organización terrorista en la década de los ochenta y otros muchos se han visto obligados a pagar el impuesto revolucionario.

El alcalde de Beasain, José Luis Arriola, afirmó con rotundidad que ya se sabe el lugar en el que se cobra el impuesto que pide ETA en las herriko tabernas (locales de Herri Batasuna) y en las sedes de LAB (sindicato radical vasco). "Un dinero que sirve para la compra de armas, para financiar determina dos medios de comunicación crear herrikos tabernas de Herri Batasuna y Jarrai [organización juvenil de la coordinadora KAS]", indicó Arriola, portavoz de los alcaldes.

El edil aseguró que hace unos años no se habría podido realizar en el Goiherri este tipo de denuncias, pero que, en la actualidad, es necesario decir a ETA y a los que le apoyan que "basta ya". "La paciencia tiene un límite y no estamos dispuestos a seguir callados", dijo.

Red de chantajistas

Nueve empresarios de esa comarca guipuzcoana recibieron a primeros de año varias cartas de la organización terrorista, que pretendía recaudar así unos 300 millones de pesetas. Pero las denuncias que algunos de ellos presentaron ante la policía vasca permitió desmantelar esa red de chantaje. Uno de los empresarios a los que ETA pidió dinero, Juan Antonio Arruabarrena, ha anunciado que se va del País Vasco y que instalará su fábrica en Zaragoza. Juan Cruz Larrañaga, presidente de la empresa Indar, de Beasain, abandonó durante una temporada Euskadi y ha regresado, aunque en la actualidad se encuentra sometido a tratamiento psicológico.

El portavoz de los alcaldes del Goilierri aseguró que, desde que la Ertzaintza desarticulé el pasado verano la red de extorsión de ETA, no tienen constancia de que algún empresario haya recibido cartas solicitando el pago de una cantidad.

En la moción aprobada por 10 municipios del Goiherri, que representan a 35.000 ciudadanos, se pide a los empresarios que han sido víctimas del chantaje económico que "sigan trabajando como hasta ahora, por el desarrollo de nuestro entorno, para que permita a nuestra juventud vivir y crecer junto a nosotros". Ocho ayuntamientos, tres de ellos de HB, no se han sumado a la moción.

Según publicó ayer El Correo Español, el rey Juan Carlos viajará en la primera quincena del mes de octubre al País Vasco para reunirse con empresarios, ofrecer una recepción en Ajuria Enea y visitar la localidad guipuzcoana de Oñati.

El viaje, que aún no ha sido confirmado por la Casa Real, tiene como objetivo principal la inauguración en Bilbao de unas jornadas organizadas por Convergencia Tecnológica (Cotec), organismo promovido por un grupo de empresarios que tiene como objeto la innovación tecnológica de España.

Cotec cuenta con el apoyo personal del Rey, que visitó el País Vasco por última vez en julio de 1991, con motivo de la clausura del año ignaciano.

Don Juan Carlos y doña Sofía visitaron en aquellas fechas al antropólogo vasco José Miguel Barandiarán. En el discurso que el Rey pronunció en la Universidad de Verano de San Sebastián advirtió a quienes se sitúan fuera de la democracia y de la paz que "se están colocando al margen de la nueva Europa, pero, sobre todo, al margen de la gran corriente histórica de su propio pueblo".