El líder catalán, inclinado a zanjar rápido el debate sobre la coalición
Las conversaciones de Felipe González con Jordi Pujol para un Gobierno de coalición entre socialistas y nacionalistas podrían entrar hoy mismo a un Callejón sin salida en el hipotético caso de que el presidente del Ejecutivo en funciones rechace la aceptación íntegra del programa electoral de Convergència i Unió (CiU) como condición previa para hablar del próximo Gobierno.Este es el análisis que efectuaba ayer Jordi Pujol en sus conversaciones con dirigentes nacionalistas horas antes de su segundo encuentro con González y después de que tanto los órganos directivos de Convergencia Democrática como los de Unió Democrática se hayan pronunciado mayoritariamente por quedarse al margen del próximo Ejecutivo.
Colaboradores del presidente catalán avanzaban incluso que si González optaba por rehuir una respuesta precisa a una pregunta concreta y, por el contrario, adoptaba una actitud mucho más prudente en la línea de seguir hablando de un Gobierno de coalición, Pujol podría cortar unilateralmente las conversaciones. "Pujol acude dispuesto a repetirle a González que no quiere entrar en un Gobierno de coalición", indicó un dirigente de CDC.
El hecho de que el domingo se reúna el Consejo Nacional de CDC y que la oferta de González, si aún está sobre la mesa, pueda ser objeto de un agrio debate entre los partidarios de tesis contrarias, lleva a los dirigentes nacionalistas a pensar que Pujol "está a punto de dar un quiebro". "La propuesta que se traslada a González es para que diga que no y se ha hecho con esta intención", señaló otro dirigente.
Trasladar el programa
El portavoz parlamentario de CiU, Miquel Roca, se mostró ayer extremadamente cauto en sus manifestaciones en los pasillos del Congreso de los Diputados. "No creo que estemos en el trámite de hablar de Gobierno. Ahora entregaremos a González nuestro programa para ver si lo acepta y por el momento no hay nada más que esto", manifestó. 'Tos que quieran contar de una manera u otra [con CiU tendrán que hacerlo basándose en nuestro programa", agregó Roca, cuyas tesis favorables a participar en el Gobierno quedaron en minoría en el comité ejecutivo de Convergència.
El dirigente catalán también fue interrogado sobre si realmente CiU exige la aplicación íntegra de su programa. "No hay ninguna fuerza política responsable que le diga a sus electores que va a gobernar con el programa de una fuerza adversaria", dijo. La consejera de Gobernación, Maria Eugènia Cuenca, manifestó ayer que no se está hablando de aceptación "íntegra" sino de sus aspectos sustanciales, según Efe.
