_
_
_
_

20.000 trabajadores de Daimler Benz se suman al paro del metal en Alemania

El conflicto del sector del metal de la antigua Alemania comunista se extendió ayer a la parte occidental del país. Más de 20.000 trabajadores de cuatro plantas de Daimler Benz en Stuttgart participaron en paros de dos horas de duración en solidaridad con sus compañeros de la ex RDA. Cuando se cumple la primera semana de la huelga declarada por el sindicato IG Metall contra la decisión de la patronal de rescindir el convenio firmado en 1991, y ésta se extiende a todo el país, la posibilidad de un acuerdo parece más lejos que nunca.

Ayer se inició la votación preceptiva en Berlín-Brandeburgo, Sajonia-Anhalt y Turingia, los tres länder de la ex RDA que aún no se habían sumado a la huelga. Pese a que la mayoría de la industria pesa a esta concentra a en los otros dos -Sajonia y Mecklemburgo- todo parece indicar que cuando el miércoles se cierren las urnas la totalidad del sector del metal de Alemania Oriental se habrá sumado al conflicto. Para entonces, es previsible también que la acción de ayer en Stuttgart se haya extendido por toda la parte occidental del país.

Más optimismo

Sin embargo, Dieter Kirchner, el presidente de Gesamtmetall, la patronal del sector, se mostraba ayer más optimista. "Creo que la huelga podrá terminar antes del fin de semana con una solución que satisfaga a todo el mundo", dijo, "lo que hay que evitar es empujar a las empresas hacia la bancarrota. Confío en conseguirlo esta semana. La huelga es tan dañina como superflua. Cada día que dura es un día de más". La patronal se niega a llevar a cabo las subidas salariales de hasta un 26% establecidas en el convenio firmado en 1991 para igualar los sueldos del Este con los del Oeste.La opinión del sindicato es completamente opuesta. La portavoz de la IG Metall en Sajonia, Marlis Dahne, indicó que, por el momento, no asoma por el horizonte la posibilidad de un acuerdo, ni siquiera para reemprender las negociaciones que se rompieron en Rostock el jueves pasado. "Sólo acabaremos la huelga cuando haya un acuerdo firmado y nuestros miembros lo ratifiquen", añadió.

Sin embargo, fuentes del sector apuntan a que la solución pasa por realizar un escrutinio, una por una, de todas las empresas afectadas por el conflicto y eximir del cumplimiento del convenio a aquellas cuya situación económica se vea gravemente afectada. Un proceso, en todo caso, que exige un tiempo considerable.

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_