_
_
_
_
_

Gelli, siempre en el centro de la crisis

Vuelven las listas de políticos, magistrados, periodistas y financieros vinculados a Licio Gelli para demostrar que la logia masónica P-2 no ha dejado de existir. La policía acaba de incautar un material de ese tipo, mientras investigaba la quiebra de una financiera a través. de la que el maestro venerable ha movido, al parecer, miles de millones. Sólo en Suiza y en Luxemburgo, los investigadores han localizado casi 3 . 000 millones de pesetas.Se mantiene así Gelli en el centro de la crisis, con la particular posición que se le asigna en el cruce de Mafia, política y negocios, y aprovechándose del secreto sin fisuras que ha sido la historia de Italia en los últimos decenios. Ayer, repartía cargos, prebendas e intereses financieros muy superiores a los de mercado. Hoy, reparte culpas y acusaciones, como testigo privilegiado de la cara más tenebrosa del pasado. Es muy probable que también siga repartiendo los mismos favores de antes.

La transición italiana se enfrenta, por ello, a dos grandes retos, que pueden reconducirse a un mismo origen: la resistencia al cambio de los partidos, que ayer se dejó sentir plenamente en el reajuste del Gobierno, y la posibilidad de que el proceso, que avanza a golpe de escándalo, sea orientado por las mismas fuerzas que consolidaron el sistema en crisis.

La principal debilidad del nuevo Gabinete sigue siendo el temor a que los jueces vuelvan a llamar hoy mismo a las puertas de algún ministro, como advertía el sábado el ex comunista Achille Occhetto. Y Gelli, llamado por sus habilidades el Gran Titiritero, puede abrir más de una puerta a los magistrados.

"Más que de resurrección habría que hablar de Amato Anteo", dice el jefe del grupo parlamentario democristiano, Gerardo Bianco. "Anteo", añade, "era aquel gigante de la mitología que recuperaba sus fuerzas en cuanto tocaba tierra. Hasta el punto de que Hércules, para acabar con él, le destrozó en el aire".

Únete a EL PAÍS para seguir toda la actualidad y leer sin límites.
Suscríbete

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_