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El hombre que se apeó por una necesidad

Uno de los relatos sobre accidentes que más carcajadas ha despertado entre abogados y empleados de algunas compañías de seguros de Madrid es el siguiente:Sucedió que un automovilista detuvo el coche en el arcén y, apremiado por sus necesidades fisiológicas, se ocultó en unos arbustos muy próximos a la vía. Mientras tanto, un camión de gran tonelaje, que viajaba en la misma dirección, embistió por detrás a su turismo.

Días después, este hombre se dirigió por escrito a su compañía de seguros y, más o menos, describió así los pormenores del siniestro, según recuerda el abogado de una importante aseguradora madrileña: "Circulando normalmente por la carretera con mi automóvil me entraron ganas de hacer del cuerpo, por lo que paré el vehículo en el arcén y me fui a hacerlo a unos matorrales cercanos, y cuando estaba con los pantalones bajados", explicaba, "vino el contrario y me dio por detrás con el basculante" [del camión].

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"El peatón chocó contra mi coche y se metió debajo"
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