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Clinton anuncia una subida de impuestos, que afecta a la clase media, para crear empleo

Antonio Caño

El Presidente norteamericano, Bill Clinton, prometió que su programa económico permitirá el renacimiento económico del país y la creación de riqueza y de puestos de trabajo a corto plazo, pero advirtió, por vez primera, que requerirá el aumento de los impuestos, no sólo de los más ricos, sino también de las clases medias. Las encuestas muestran que las intenciones del presidente son, por el momento, bien recibidas por la mayoría de la población, aunque la reacción de la Bolsa de Nueva York en su jornada de ayer fue marcadamente negativa. Tras la caída de Wall Street, que perdió 82,94 puntos, Clinton dijo que los líderes financieros tienen que entender que el precio de la subida de los impuestos a las grandes corporaciones "es pequeño comparado con la salud de la economía y de las propias corporaciones a largo plazo".

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Bill Clinton compareció el lunes por la noche ante la nación a través de todos los principales canales de televisión en busca de respaldo y comprensión para sus planes económicos, un desafío en el que se juega buena parte del éxito de su presidencia.Clinton reconoció ante los ciudadanos que no podrá cumplir con su idea original de combatir el déficit tan sólo con los impuestos de los ricos y con las reducciones del gasto público, y que, por tanto, tendrá que recurrir a la clase media para que contribuya al esfuerzo colectivo de corregir 12 años de rumbo económico. "Lo he intentado con más fuerzas que nunca en mi vida, pero no puedo", admitió el presidente al anunciar que el incremento de la carga fiscal sobre las clases medias formará parte de una revolución general para mejorar los servicios y llevar el sueño americano hasta las clases menos pudientes.

Dirigiéndose a esa, clase media que le dio la victoria electoral, Clinton prometió: "No van a estar solos, no van a ser los primeros en pagar ni van a volver a pagar más a cambio de menos compensaciones". "Tenemos que afrontar el hecho de que para hacer los cambios que este país necesita hace falta que todos los norteamericanos contribuyan hoy para que todos los norteamericanos pueden beneficiarse mañana", dijo en un discurso en el que utilizó expresiones de gran honestidad para apelar al esfuerzo colectivo: "Miro hacia ustedes en busca de fuerza y de apoyo".

El presidente explicó, en un avance del trascendental discurso que hoy pronunciará ante el Congreso, que la primera y principal carga reacaerá sobre las clases altas. El 70% de los aumentos de impuestos procederá, según dijo Clinton, de aquellos que reciban más de 100.000 dólares (alrededor de 11 millones de pesetas) al año. Anteriormente, el gobernante demócrata había prometido que el mayor esfuerzo impositivo sería exigido a las rentas por encima de los 200.000 dólares.

Todos a pagar

La portavoz de la Casa Blanca, Dee Dee Myers, explicó ayer en una conferencia de prensaque los aumentos de impuestos pueden afectar a los salarios por encima de los 30.000 dólares (alrededor de 3,5 millones de pesetas) al año, lo que significa que todo el grueso de la clase media se verá obligado a aumentar su contribución a las arcas del Estado.

Los impuestos para los ingresos por encima de los 100.000 dólares pasarán, probablemente, del 31% al 36%, mientras que se desconoce el aumento que sufrirán los salarios por debajo de esa cantidad, aunque se supone que será inferior a los cinco puntos porcentuales.

Bill Clinton mantuvo ayer una nueva reunión de trabajo con líderes del Congreso para negociar los últimos detalles de su programa. En unas breves declaraciones a la prensa durante esa sesión de trabajo, el presidente aseguró que sus propuestas no causarán "un gran dolor" entre la población. "Cuando la clase media norte americana vea el programa en su conjunto, cuando comprue be los costos más los benefi cios, verá que va a estar mucho mejor", declaró.

Una encuesta publicada ayer por el diario The New York Times mostraba que el 54% de la población considera que el aumento de las tasas es necesario para combatir el déficit, mientras que 56% confía en que el reparto de la carga impositiva se haga de manera justa. El líder de la minoria republicana en el Senado, Bob Dole, pronosticó que el presidente va a encontrar problemas en el Congreso para obtener luz verde a su programa. Dole declaró que las iniciativas de Clinton le han decepcionado porque no son las que se corresponden con el nuevo demócrata que el presidente prometía ser. El dirigente republicano dijo que llevaba razón George Bush cuando advirtió durante la campaña electoral que, si ganaba Clinton, el país debería echarse la mano al bolsillo.

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