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La 'batalla' de Ebro

Una de las claves del endurecimiento de KIO frente a De la Rosa

ERNESTO EKAIZER Las pesquisas encargadas por Kuwait Investment Office (KIO) contra su ex representante en España, Javier de la Rosa, investigan la apropiación de un paquete del 8% de Ebro Agrícolas por parte de este último en junio pasado, y su posterior devolución bajo amenazas jurídicas, ilustran alguna de las muchas prácticas financieras irregulares aplicadas en el grupo Torras. Mahmoud, al Nuri intervino personalmente ante la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) para denunciar los movimientos en Ebro.

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El 28 de abril de 1992, Javier de la Rosa, según fuentes conocedoras de las operación, decidió hacer un contrato que bien puede convertirse en una nota a pie de página de la historia financiera española. De la Rosa, entonces vicepresidente de Torras, utilizó una empresa instrumental de Su propiedad, llamada, Adone, como caballo de Troya para disputar el control de la propiedad de Ebro Agrícolas, ante la próxima crisis de sus relaciones con los nuevos representantes de KIO, Al Bader y Al Nuri.Adone, con domicilio en la calle de Córcega, 302, Barcelona, sede del bufete del abogado Juan José Folchi, colaborador estrecho de De la Rosa y consejero en algunas de sus empresas, firmó ese 28 de abril un contrato de sindicación de acciones con Torras. Adone declaraba en dicho contrato una participación del 8,32% en el capital de la azucarera, compañía que preside Manuel Guasch que ocupa el liderazgo en su sector, con un pie en el del aceite a través de su asociación con Tabacalera. Torras, según el contrato, poseía una participación del 40%.

Los firmantes del contrato fueron, por Adone, Alex Freixa Vidal, representante legal de la sociedad instrumental, y Jorge Núñez, consejero delegado de Torras. Las dos partes, controladas ambas por De la Rosa en aquellas fechas, acordaron en Barcelona votar conjuntamente en el Consejo de Administración de Ebro, en la línea de los pactos de sindicación tradicionales. Sin embargo, el punto clave del contrato es la puntualización de un derecho de tanteo o preferencia sólo válido para la sociedad instrumental de De la Rosa, la llamada Adone. Si Torras, estipula el documento, recibe una oferta de compra por sus acciones en Ebro o si Torras decide poner a la venta sus acciones, primero debe ofrecérselas a Adone. No hay ninguna obligación de Adone en relación con Torras.

Remodelación de equipo

Menos de un mes después de la firma de este contrato, el nuevo equipo directivo de KIO procedía, hacia el 25 de mayo de 1992, a la remodelación del equipo gestor en España. De la Rosa y sus colaboradores presentaban, así, su dimisión. A mediados de junio, la batalla de Ebro se convertía, soterradamente, en uno de los grandes enfrentamientos entre los nuevos ejecutivos de KIO y De la Rosa. Por esas fechas, se precipita un importante movimiento en el capital de Ebro: los hombres de De la Rosa en Torras venden el 8% del capital. ¿Quién es el comprador? El destino es Javier de la Rosa. Al 8,32% que ya posee a través de Adone en Ebro, suma un nuevo 8%. En informaciones que proceden del equipo directivo del ex representante de KIO se llega, incluso, a afirmar que ya controla el 20%.

El 21 de junio, Al Nuri y sus abogados ingleses deciden pasar a la acción. "No puedo creer que se pueda robar de este modo una empresa en España", dijo Al Nuri, extendiendo el contrato de sindicación de acciones con una mano a uno de sus asesores. "Tenemos que denunciar esto inmediatamente a la CNMV, hay rumores de que De la Rosa prepara una OPA sobre Ebro", dijo uno. de los abogados del bufete Stephenson Harwood. "Yo mismo te acompaño a la comisión", agregó Al Nuri.

Fue así como los abogados del bufete inglés se pusieron en comunicación con la Comisión del Mercado de Valores (CNMV). Resultó sorprendente, pero la desesperación del momento quizá explique las circunstancias de la entrevista. Los abogados solicitaron ver urgentemente a alguien del departamento jurídico de la CNMV: María Gracia Rubio. El martes 22, después de la hora de comida, la funcionaria recibía a Al Nuri y sus asesores legales ingleses. Al encuentro se sumó Aníbal Sánchez, consejero de la CNMV. Uno de los abogados explicó que el control de Ebro por parte de Torras, estaba en peligro, que la semana anterior se había realizado una venta ilegal en Bolsa del 8%, por valor de 10.000 millones de pesetas, y que había pruebas sobre un plan para cambiar la titularidad de la compañía. En medio de su rápida exposición, el abogado abrió su portafolios y sacó un contrato de cuatro o cinco folios: era el acuerdo de sindicación entre Adone y Torras. "Un contrato leonino como éste", dijo, "sólo puede tener un fin: quitarnos la compañía, con OPA o con lo que sea. Tenéis que impedir esto)", enfatizó.

Pero habría más razones para que tanto María Gracia Rubio como Aníbal Sánchez, ante la escena, continuaran atónitos.- Poco después de narrar los detalles, otro abogado, José Luis López Sánchez, del bufete Melchor de las Heras, se presentaba en el despacho de la reunión. Le enviaba, tardíamente, Luis Vañó, uno de los nuevos ejecutivos nombrados por KIO. El hecho es que López Sánchez tenía la misión de evitar que se hiciera una denuncia formal e, incluso, ante el desconcierto de propios y extraños, impidió que se dejaran documentos ni otros rastros en la CNMV. Fue un verdadero papelón ante los dos funcionarios, quienes transmitieron un panorama caótico en KIO.

Clave negociadora

Vañó pensaba en clave negociadora. De la Rosa había invocado la existencia de un contrato blindado de 50 millones de dólares por el cual KIO debía indemnizarle; otros 50 millones correspondían, según dijo, a varios de sus colaboradores. Por tanto, se había cobrado en especie con acciones de Ebro. Tanto Vañó como José Luis López Sánchez creían que era aún posible deshacer la transferencia de ac5ciones de Ebro, informar a la CNMV era levantar la perdiz, sobre todo cuando aún debían entrevistarse al día siguiente con De la Rosa. López Sánchez cumplió estrictamente el cometido de Vañó: "No dejes que armen lío y enseñen los documerItos". La CNMNI supo que existía el acuerdo de s1indicación, pero López Sánchez se llevó a su cliente, Al Nuri, y tapó la boca de sus colegas.

A las 48 horas, Vañó y López Sánchez consiguieron recuperar acciones de Ebro Agrícolas. Tras una dura negociación con. De la Rosa, el ex representante ¿le KIO daba órdenes para deshacer la operación. Según su última declaración a la CNMV, del 5 de noviembre pasado, Adone posee un 10,385% del capital de Ebro y los dos socios enemigos siguen.

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