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El grapo Silva, huido desde marzo, compro el coche utilizado en Santander

El ex jefe de los GRAPO Fernando Silva Sande, de 38 años, que se fugó de la cárcel de Granada el 31 de marzo pasado, fue quien, el 23 de noviembre último, compró por 400.000 pesetas un coche de segunda mano utilizado por la banda para atracar, el pasado día 5, a los agentes de una empresa de seguridad en el hipermercado Pryca de Peñacastillo (Santander), según la Delegación del Gobierno en Cantabria.

Al cerrar la operación en la empresa automovilística, Silva Sande exhibió documentación falsa perteneciente a un vecino de Santander. Presuntamente Fernando Silva es uno de los fugitivos del comando que la Guardia Civil pretende localizar en Cantabria.El coche, un Renault-11 matrícula S-8558-L, en el que .huían los atracadores con 85.217.173 pesetas quedó inimovilizado en el barro a menos de 500 metros del hiper. Allí los capturó la Guardia Civil.

La Delegación del Gobierno en Cantabria hizo pública ayer una nota solicitando la colaboración ciudadana para identificar a los grapos y localizar su infraestructura. Las fuerzas de seguridad tratan de localizar ahora a Fernando Silva Sande, 38 años; Isabel Santamaría del Pino, 35, y Valentín Benito Íñigo, de 31.

Por otra parte, la Guardia Civil remitió ayer a la Audiencia Nacional, en Madrid, diversas agendas, comunicados y propaganda relacionada con los GRAPO, después del registro efectuado en tres pisos en Portugalete y Ortuella (Viz,caya), informa Pedro Gorospe. La operación, ordenada por el titular del Juzgado Central de Instrucción número dos de la Audiencia, finalizó sin detenciones, aunque en dos de los pisos había personas en el momento de la intervención.

Los registros domiciliarios forman parte de las diligencias previas 504/92 abiertas tras la captura del dirigente de los GRAPO Laureano Ortega junto a otros tres activistas en Santander. Ortega, natural de Bilbao, fue puesto en libertad en 1987 y desde entonces, junto a Encarnación León Lara, se habían convertido en los dirigentes máximos de la única célula de la organización.

El registro de los pisos de Bilbao guarda relación con la pasada existencia de una célula en la capital vizcaína. Además, existía la posibilidad de que Laureano Ortega hubiera reactivado amistades de su provincia natal aunque sólo fuera como infraestructura en caso de huida.

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