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La Comunidad da una nueva oportunidad a la ciudad deportiva de Jesús Gil

Jesús Gil, presidente del Atlético de Madrid, faltó a su palabra en septiembre y renunció -por segunda vez- a levantar en Getafe la ciudad deportiva pactada con la Comunidad en el arroyo del Culebro (Getafe). Sin embargo, el Gobierno regional ha vuelto a conceder al club colchonero una tercera oportunidad, quizá la última, para que presente un nuevo proyecto, en el que inexcusablemente no se pueden incluir viviendas y zonas residenciales.Enrique Jiménez Larrea, consejero de Arpegio, entidad pública que gestiona la ciudad deportiva, explica que Gil aseguró que el proyecto no le resultaba rentable desde el punto de vista inmobiliario. A lo largo de septiembre, el club rojiblanco tuvo una nueva posibilidad para ratificar el convenio aprobado inicialmente, pero el plazo final expiró.

Jesús Gil Marín, representante de la sociedad anónima que preside su padre, asegura que el club no ha renunciado a ningún plazo y que la ciudad deportiva se construirá.

La Comunidad amplía el plazo, "pero sin incluir operaciones inmobiliarias en el proyecto, puesto que los terrenos destinados a la ciudad de Gil son suelo público de uso deportivo", según explicó Jiménez Larrea.

Gil Marín afirma que no pretenden llevar a cabo ninguna operación urbanística especulativa con el plan, sino rentabilizar las instalaciones deportivas con la edificación de varios centros que se adjudicarían a entidades privadas. Gil puso como ejemplo la adjudicación a un promotor de un hotel que aloje a quienes entrenen en las instalaciones.

Gil Marín asegura que tan sólo se busca que alguna empresa soporte los costes del proyecto. Los cánones que hay que pagar a la Comunidad son bastante altos, afirma, por lo que están en contacto con la ONCE y Dorna.

A finales de 1989 Gil comenzó a diseñar su ciudad deportiva en 550 hectáreas de suelo rústico del cerro de los Ángeles. Para financiar la obra pensó en la construcción de una zona residencial. Eduardo Mangada, concejal de Política Territorial, frenó el proyecto porque consideraba que podría implicar una operación especulativa. Al año siguiente, la Comunidad ofrecía al Atlético terreno público situado en el arroyo del Culebro. Este nuevo emplazamiento reducía la operación a 185 hectáreas, y variaba las condiciones de explotación, ya que la Comunidad cedía el derecho de superficie del suelo a cambio de un canon.

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Concesión condicionada

Finalmente, el acuerdo se cerró con la condición de Mangada de que "Ia concesión establecería plazos de estricto cumplimiento". En marzo de 1991, Gil, por fin, pudo confirmar a sus socios que iba a construir la ciudad deportiva en Getafe. El proyecto, elaborado entre la Comunidad y la sociedad deportiva, contemplaba equipamientos deportivos, comerciales, hosteleros y recreativos. La maqueta también incluía un parque acuático, un club social, una escuela de fútbol y un estadio de atletismo.Pero el proyecto de Gil comenzó a quebrarse. Primero, el presidente anunció que el Atlético renunciaba a sus equipos inferiores, por lo que no tenía mucho sentido la construcción de la escuela de fútbol ideada previamente. Posteriormente, el Atlético de Madrid empezó a esquivar los plazos propuestos por la Comunidad, que ahora concede esta última oportunidad.

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