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Los comunistas chinos jubilan a los últimos veteranos de la Larga Marcha

El Partido Comunista Chino (PCCh) barrió ayer a la mitad de los integrantes del comité central y del Politburó, haciendo entrar en ambos sangre nueva afecta a la línea reformista auspiciada por Deng Xiaoping. El que es indiscutible líder del proceso político chino no participó en los debates del XIV congreso del partido, y puede permitirse el lujo de no ocupar tampoco ningún alto puesto en la jerarquía del partido o del Estado. Por eso no ha hecho falta renovar su escaño de poder, pese a que cuenta 88 años.Deng, uno de los últimos supervivientes de la Larga Marcha, ha decidido romper con el significado épico de aquella travesía de 10.000 kilómetros a través de media China, jubilando a casi todos los supervivientes de la gesta, para dar paso a los reformistas que pretenden llevar a China al siglo XXI.

Los planes del líder que ha sustituido a Mao, a Lenin y a Stalin en los altares de la práctica del socialismo a la china han recibido el espaldarazo del congreso del PCCh clausurado ayer, bajo la hoz y el martillo, en el Palacio del Pueblo de Pekín. "El camarada Deng Xiaoping, el principal arquitecto de la reforma, la apertura y la modernización de China, ha hecho grandes contribuciones históricas", decía el informe aprobado por el XIV congreso.

El congreso ha arrumbado los principios de la ortodoxia maoísta que impulsaron la Larga Marcha para dar primacía al crecimiento del producto interior bruto, la reconversión industrial y la potenciación de la iniciativa privada.

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