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Japón reconoce que organizó prostíbulos con mujeres asiáticas durante la II Guerra Mundial

Juan Jesús Aznárez

Japón reconoció ayer oficialmente que el Gobierno establecido durante la II Guerra Mundial participó en la organización de una amplia red de prostitución con mujeres asiáticas, pero que no se han encontrado pruebas, de que en el reclutamiento se hubiera empleado la fuerza. Koichi Kato, jefe de gabinete del primer ministro Kiichi Miyazawa, declaró que ésta es la conclusión fundamental de las investigaciones hechas por varios departamentos sobre un episodio histórico, que dificulta la normalización en las relaciones con Corea, China y otros países del continente. El Gobierno de Corea ha hecho público un comunicado criticando que no se ha llegado a toda la verdad de algo que afectó a decenas de miles de mujeres.

"Hemos encontrado pruebas que vienen a demostrar que el Gobierno estaba implicado en la organización de las llamadas comfort women [mujeres para el esparcimiento], pero hasta ahora no hemos hallado documentos que muestren que esas mujeres fueron reclutadas forzosamente", dijo ayer Kato en una conferencia de prensa.El portavoz gubernamental agregó que continuarán las pesquisas en busca de evidencias que prueben la utilización de la fuerza en una operación que ha sido celosamente ocultada durante casi cinco décadas. El Gobierno de Tokio sostuvo que los "burdeles" fueron regentados y organizados por empresarios civiles hasta que, a finales del año pasado, varios documentos publicados por historiadores nacionales certificaron que se trató de una operación ejecutada por las Fuerzas Armadas con el visto bueno y la colaboración del Gobierno japonés.

El Ministerio de Asuntos Exteriores de Corea del Sur, país que ha censado a 390 supervivientes forzadas en su día a ejercer como prostitutas, emitió ayer mismo, una crítica declaración en la que considera que "no se ha llegado a la verdad de todo", y pide a Tokio que continúe "sus esfuerzos para determinar todos los hechos en este caso".

Cho Won-il, ministro de Asuntos Exteriores, admitió, no obstante, que las autoridades niponas expresaron "remordimiento y autorreflexión".

Entre 150 y 200.000 mujeres

Koichi Kato reconoció que fueron reclutadas mujeres de la península coreana, China, Taiwan, Filipinas e Indonesia, países ocupados por el ejército imperial, pero evitó dar cifras.

De acuerdo con los testimonios proporcionados por historiadores japoneses y surcoreanos, o los aportados por los propios protagonistas de la tragedia, entre 150.000 y 200.000 jóvenes, en un 80% coreanas, fueron utilizadas como prostitutas de los militares. Unas fueron engañadas con la promesa de un buen trabajo y otras trasladadas a golpes hasta centros en los frentes de batalla de China y el sureste asiático.

El alto funcionario japonés agregó que el Gobierno no ha modificado su criterio en, el sentido de considerar saldadas las deudas de guerra con Corea del Sur a través del acuerdo bilateral firmado en 1965, pero anunció que se tomarán "ciertas medidas" en beneficio de las mujeres que han interpuesto demandas, judiciales exigiendo algún tipo de indemnización.

El diario conservador japonés Yomiuri Shimbun, informó hace dos días que el Gobierno prepara un fondo económico especial para ayudar a las víctimas de las redadas, todas ellas ancianas y con escasos medios.

A Koichi Kato se le formularon, varias preguntas. en el sentido de si no constituían suficiente prueba las declaraciones de las víctimas y las efectuadas por varios japoneses que reconocieron haber empleado la fuerza en cumplimiento de las órdenes de sus superiores. Este portavoz precisó que el Gobierno, que ha estudiado unos 100 documentos sobre el asunto, no piensa tomar como tales las afirmaciones aportadas por los sobrevivientes, "porque implican un problema de privacidad", señaló en la rueda de prensa.

Uno de los hombres que participó en el reclutamiento de unas mil mujeres asiáticas ha declarado a este periódico que estaba dispuesto a testificar ante el Parlamento, con el apoyo de los socialistas, pero afirmó que su comparecencia fue obstaculizada por los liberales, partido que ostenta el poder en estos momentos.

35 soldados en un día

A través de una línea telefónica establecida en Tokio recientemente se recibieron, 230 testimonios de veteranos de guerra que, con diferentes enfoques y grados de arrepentimiento, explicaron el funcionamiento de los locales, donde algunas jóvenes debieron recibir y contentar hasta a 35 soldados en un día, y dieron detalles sobre la brutalidad en el trato.

Uno de los primeros documentos sobre este conflicto data del año 1938 y fue divulgado por el profesor Yoshiaki Yoshimi, de la Universidad Chuo. En el escrito, el jefe de Estado Mayor del Ejército japonés en el norte de China, invadido entonces por las Fuerzas Armadas imperiales, exigía el rápido establecimiento de una red de locales con mujeres. Y recomendaba la cantidad ideal: "Uno por batallón".

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