Amato espera lograr sin problemas la confianza del Parlamento italiano
Giuliano Amato Inició ayer en el Senado los trámites para obtener la confianza del Parlamento, que luego proseguirán en la Cámara, para concluir, probablemente, el viernes. Al primer ministro italiano no se le presentaban dificultades especiales en esta votación, aunque sí es claro que las encontrará, y graves, cuando empiece a gobernar.El principal problema de Amato es que se apoya en una mayoría tan exigua que podría perderla en cuanto varios de sus ministros tuvieran que viajar simultáneamente. Los cuatro partidos coligados para el Gobierno -democristiano, socialista, socialdemócrata y liberal- superan por sólo 16 votos la mayoría absoluta en la Cámara y por sólo cinco en el Senado. El margen resulta evidentemente estrecho para un Gabinete que está llamado a adoptar las decisiones drásticas, y a menudo impopulares, que requiere la crisis italiana.
La confianza parlamentaria debería llegar sin problemas debido, sobre todo, a que el Gobierno de 24 ministros que juraron sus cargos el domingo, aun sin entusiasmar a nadie, parece la última alternativa al vacío institucional. Parece seguro que hasta los democristianos más contrariados por haber perdido sus carteras -como Paolo Cirino Pomicino, Gianni Prandini o Carlo Marini, ya que Giulio Andreotti sabe perder sin inmutarse- se sometan a la disciplina de voto, pese a ser éste secreto.
El mal humor de estos perdedores, algunos de los cuales fueron el eje del poder en el anterior Gobierno, ha subido además de nivel cuando varios de sus colegas de partido que siguen siendo ministros han dejado en la duda si efectivamente dimitirán como parlamentarios.
La incompatibilidad entre esas dos funciones fue introducida a última hora por el secretario en funciones de la Democracia Cristiana, Arnaldo Forlani, para cerrar el camino a algunos candidatos y especialmente a su máximo rival, Andreotti.
El líder republicano, Giorgio La Malfa, ha acogido bien al Gabinete y está dispuesto a colaborar con él, lo mismo que la Liga del Norte y Los Verdes.
El líder del Partido Democrático de la Izquierda (PDS), el ex comunista Achille Occhetto, que calificó el Gobierno de Amato de "pequeño, pequeño, pequeño", promete, en cambio, una oposición implacable lo mismo que Refundación Comunista.
Otro que se sitúa en la oposición absoluta es el ex radical Marco Panella, sobre cuya actitud no cabe llamarse a engaño, pues lo había advertido: o le hacían ministro o Amato encontraría en él a su peor enemigo.
