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EL TRAZADO DE LA DISCORDIA

Corcuera convenció a Felipe González de que aceptara la alternativa de HB para Leizarán

Luis R. Aizpeolea

El desarrollo de los acontecimientos tras la cesión del PSE-PSOE y del PNV a las pretensiones de Herri Batasuna de cambiar el trazado de la autovía de Leizarán ha causado inquietud en el Gobierno. Fuentes socialistas han asegurado que Felipe González, presidente del Ejecutivo, dio luz verde al cambio de la autovía tras haber sido presionado por José Luis Corcuera, ministro del Interior. Pero esta decisión no es plenamente aceptada por algunos ministros. y dirigentes del PSOE. Entre ellos está Luis Roldán, director general de la Guardia Civil, que ayer declaró que compartía las críticas del PSOE navarro a sus compañeros vascos.

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La actitud de HB de presentarlo como un triunfo y, sobre todo, su fijación de condiciones al diálogo que el PNV estaba dispuesto a abrir con la coalición independentista, han llevado al Gobierno a pasar de la duda a la inquietud. No obstante, la decisión del cambio de trazado de la autovía en ningún momento ha sido tema de debate en el Consejo de Ministros.La posición oficial del Gobierno es que la discusión de este tema, así como la decisión final adoptada, han correspondido a una institución soberana como es la Diputación de Guipúzcoa, gobernada conjuntamente por el PNV y el PSE-PSOE.

Sin embargo, la implicación. del Gobierno en el cambio del trazado ha existido. Fuentes socialistas aseguran que el ministro del Interior, José Luis Corcuera, ha presionado insistentemente al presidente del Gobierno y secretario general del PSOE, Felipe González, para conseguir la luz verde en el cambio de posición de los socialistas vascos sobre el trazado de la autovía, a fin de responder a las pretensiones del PNV.

En el fondo del tema están las excelentes relaciones establecidas entre el Ministerio del Interior y el PNV y, más personalmente, entre José Luis Corcuera y Xabier Arzalluz. El PNV había pretendido desde el pasado agosto el apoyo de los socialistas vascos al cambio del trazado de la autovía para tratar de evitar así atentados de la organización terrorista ETA.

Dudas de González

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Felipe González, tras algunas vacilaciones, cedió finalmente a las pretensiones de Corcuera y permitió al secretario general de los socialistas vascos, Ramón Jáuregui, cambiar de posición. Con ello, los socialistas se aseguraban la estabilidad de las relaciones con los nacionalistas.

Jáuregui, según estas fuentes, aceptó el cambio más por disciplina partidista que por convencimiento político, de forma que utilizó el argumento de autoridad -el visto bueno de González- al explicarlo ante el comité provincial de Guipúzcoa. Poco tiempo antes había manifestado que los socialistas vascos no alterarían su posición, De hecho, en dos ocasiones el PSE-PSOE no había cedido a las pretensiones del PNV de alterar su postura. La primera, en agosto de 1991. La segunda, con motivo de la negociación entre socialistas y nacionalistas para formar el Gobierno vasco, hace seis meses.

También resulta significativa la actitud de silencio del secretario de Organización del PSOE y presidente de los socialistas vascos, Txiki Benegas, que no ha querido decir una palabra. Pero el pasado agosto fue el primero en reaccionar frente a la predisposición del PSE-PSOE a aceptar el cambio de trazado.

Los acontecimientos posteriores a la aceptación de las pretensiones de HB, hace 15 días, han dado lugar a un cambio de actitud en el Gobierno, donde ahora prima la inquietud sobre las dudas iniciales. El primer impacto fue la foto de los dirigentes de HB brindando con champaña. Fuentes de la Moncloa afirman que esta imagen irritó especialmente al presidente del Gobierno, Felipe González.

Posteriormente, la imposición de condiciones por parte de los representantes de HB a los del PNV para iniciar las conversaciones ha dado argumentos a algunos ministros que no veían claro el cambio de posición. Este dato, según estos ministros, confirma el fortalecimiento del núcleo duro de KAS -la Koordinadora Abertzale Socialista, de la que forma parte ETA- en la Mesa Nacional de HB, tras su reciente renovación. La posición personal de estos ministros es que, tras los últimos atentados y la posterior redada de la cúpula de ETA, se debía mantener la política de aislamiento de los terroristas y no abrir la vía del diálogo con HB que, indirectamente, puede suponer un balón de oxígeno para ETA.

La posición del director general de la Guardia Civil, Luis Roldán, resulta expresiva de esta postura que mantienen algunos ministros en privado. Roldán manifestó ayer a Radio Nacional: "A mi parecer, hay muchas personas que se pueden sentir confusas de no haber entendido bien este acuerdo, en parte porque no se ha explicado bien y también porque, a veces, es difícil de entender".

Roldán aseguró ayer que apoya la posición del PSOE de Navarra. El martes, su secretario general, Gabriel Urralburu, reprochó a sus compañeros de Guipúzcoa haber cedido al chantaje de ETA, al aceptar la propuesta de cambio del trazado de HB. Roldán añadió que, antes de llegar a ese pacto, había advertido que era una decisión del PNV, del PSE-PSOE y de la Diputación guipuzcoana.

Por contra, el ministro de Administraciones Públicas, Juan Manuel Eguiagaray, afirmó ayer a Efe en Toledo: "Nadie tiene legitimidad moral en este país para decir que los socialistas vascos han cedido al chanta e terrorista al cambiar la autovía".

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