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18 presuntos traficantes de cocaína, detenidos en Galicia y el País Vasco por orden del juez Bueren

Las redes gallegas del narcotráfico sufrieron a primeras horas de ayer el mayor mazazo desde que se desencadenó la Operación Nécora, en junio de 1990. El juez Carlos Bueren, de la Audiencia Nacional, desplegó ayer una espectacular redada en varias localidades gallegas, vascas y cántabras, cuyo resultado era, al cierre de esta edición, la captura de 18 presuntos implica dos en la trama narco. El operativo ha contado con la ayuda de buques de la Armada de Estados Unidos (US Navy) para interceptar un barco de la red de tráfico de cocaína ahora desmantelada. Los 10 tripulantes del buque, todos ellos gallegos, también fueron arrestados.

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Una operación plagada de indiscreciones

Carlos Bueren, titular del Juzgado número 1 de la Audiencia Nacional, decidió rematar ayer la operación antidroga -denominada Santino, como el apodo de un jefe mafioso detenido-, iniciada en Galicia hace dos años en colaboración con el fiscal antidroga adscrito a su juzgado, José Antonio del Cerro, y el Servicio Central de Estupefacientes, que dirige el comisario Alberto García Parras. El volumen de cocaína colombiana que esta red introducía en España, era similar al movido por los detenidos en la Operación Nécora. Su escenario de trabajo eran las Rías Altas, particularmente la de Noia, cuya población de Ribeira (La Coruña) concentró ayer el máximo número de detenciones. En el punto de mira se hallaba una poderosa red gallega de narcotráfico que introducía cocaína colombiana por toneladas en la Península.La traca final de esta larga operación se disparó cuando hace algo más de un mes la policía conoció que esta organización había enviado dos barcos, el Urtizberea Anaiak, matriculado en Pasajes (Guipúzcoa), y el 0akleigh, de bandera británica, a cargar sendos alijos de cocaína de un peso cada uno de ellos de dos a seis toneladas, frente a las costas de Brasil y Venezuela.

Las autoridades españolas, ante la complejidad del seguimiento de ambos cargueros, solicitaron y obtuvieron de las estadounidenses un hecho inédito en la lucha nacional contra el narcotráfico: buques de la Armada norteamericana se encargarían de vigilar a ambos barcos de esta red de narcotraficantes gallegos y cuando hubiesen recibido el alijo los aguardarían en alta mar.

En la Operación Santino, el primero en ser detenido fue Ventura López Negreira, ejecutor del embarque del Urtizberea, quien a las 5.45 de ayer no recibía en su domicilio de Ribeira (La Coruña) la visita del lechero, sino de los agentes.

Posteriormente, una tras otra fueron sucediéndose las detenciones, tanto en las localidades coruñesas de Ribeira y Oleidos como en las guipuzcoanas de Pasajes y San Sebastián, así como en Santander.

Ingreso en prisión

Fuentes de la investigación atribuyen a esta red un alijo de 2.000 kilos de cocaína y otro de 3.000 kilos de hachís, ambos en Galicia. El primero de ellos fue interceptado por la policía a bordo del barco de bandera panameña El Bongo.

El juez Bueren, tras tomar ayer declaración a los detenidos, tenía previsto encarcelarlos, para lo que serán conducidos a Madrid. A primeras horas de la tarde, el juez se planteaba viajar a San Sebastián para hacer otro tanto con los tres detenidos allí.

A pesar de que no se haya logrado interceptar aún ninguno de los alijos que recibieron el Urtizberea y el Oakleigh, fuentes de la investigación se mostraban ayer confiadas en el peso incriminatorio de las pruebas logradas a lo largo de una paciente labor de seguimiento durante meses por funcionarios del Servicio Central de Estupefacientes.

En los registros efectuados ayer se intervinieron documentos comprometedores que los narcos intentaron, sin éxito, destruir para evitar que llegaran a manos de los responsables de la investigación. Igualmente se requisaron importantes cantidades de dinero en efectivo y equipos móviles de radiofonía. En la operación policial intervinieron 80 agentes de la Jefatura Superior de La Coruña y del Central de Estupefacientes. Manuel Jiménez, portavoz de la Dirección General de la Policía, que en la noche del martes confirmó la existencia de la actuación dirigida por el juez Bueren, aseguró ayer a Radio Nacional de España, que la Operación Santino "se ha cumplido en un cien por cien" y que el dispositivo sigue en marcha.

Paralelamente, dos personas fueron detenidas el lunes en un camino forestal próximo a la localidad alavesa de Troconiz, cuando entregaban 2,2 kilos de cocaína. Estos dos traficantes, relacionados con clanes de narcotraficantes gallegos, intentaban revitalizar la venta de cocaína en Álava después de que el pasado mes de octubre la Ertzaintza desarticulara otra red de similares características implantada en Vitoria, y con las mismas conexiones. La droga incautada hubiera alcanzado un valor de 100 millones de pesetas en el mercado una vez adulterada, informa Pedro Gorospe.

Por otra parte, cuando el juez Bueren salió ayer por la tarde de la comisaría de Santiago, miembros de la asociación Erguete contra la droga le vitorearon con gritos como "Bueren, Garzón, valéis un montón".

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