Desajuste en los plazos
La bolsa continúa concretando la ausencia de expectativas a medio plazo en unos volúmenes de negocio muy reducidos aunque, de cuando en cuando, hay algún valor que saca los pies del tiesto. Ayer fue Telefónica el valor estrella del mercado, pero por haber protagonizadouna caída espectacular que llevó su cotización hasta las 1.010 pesetas por acción poco antes de terminar la jornada. Los operadores achacaban esta salida de papel al retraso que está sufriendo la aprobación de las nuevas tarifas y al asunto pendiente de la dotación de los fondos de pensiones de los trabajadores. El lado positivo de la cuestión estuvo en la liquidez de este valor, que superó otra vez los tres millones dé títulos negociados. El resto del mercado no estuvo tan mal en cuanto a los precios, ni también en lo referente al volumen, ya que las apuestas de futuro escasean ante un panorama económico y social un tanto complejo.Las operaciones a corto plazo son las que siguen mandando en bolsa, hasta el punto de que las únicas expectativas que requieren validez son las referidas a la apertura de Wall Street, expectativas que dan paso inmediatamente a la retirada de beneficios o a la corrección de errores sobre la marcha. Madrid llegó a bajar 1,2 puntos ante una apertura al alza de Nueva York, pero terminó cediendo 1,82 puntos.
