Tercer atentado con coche bomba en 10 días
El grupo maoísta Sendero Luminoso continué ayer su escalada terrorista con la explosión de un nuevo coche bomba en Lima, el tercero desde el golpe de Estado del pasado 5 de abril, contra unas instalaciones militares.Murieron dos personas. Al mismo tiempo, se mantiene una tensa espera ante una eventual intervención militar en el penal de Canto Grande, en Lima, donde se encuentran atrincherados en su pabellón más de 300 presos senderistas.
El lunes, a las once de la noche (seis de la mañana del martes, hora peninsular española) estalló el tercer coche bomba en una semana, tan sólo un día después del atentado contra una comisaría del puerto de El Callao.
En esta ocasión, el objetivo de los terroristas fue unas instalaciones militares al lado de un cuartel. Murieron dos militares. En la comisaría de El Callao hubo cinco muertos: cuatro civiles y un policía. El primer atentado con un autobús bomba tras el fujigolpe lo cometió Sendero el miércoles 8 de abril contra la comisaría de Villa El Salvador, cuyo jefe resultó muerto.
Se mantiene la incertidumbre sobre la intervención militar en el penal de Canto Grande. Allí los senderistas ocupan un pabellón, que controlan por completo, y se supone que están armados e incluso que han minado los accesos. Los militares han tomado posiciones en las proximidades del penal y han iniciado el traslado de algunos cabecillas. Se trata de evitar la solidaridad de los comunes cuando se produzca el ataque. La intervención en los penales es un tema delicado en Perú, porque despierta asociaciones con la matanza de junio de 1986. Entonces, las Fuerzas Armadas asesinaron a unos 200 presos senderistas.
Los senderistas están organizados a la perfección, con una rígida disciplina, cursos de formación política y desfiles militares con banderas rojas desplegadas. Las paredes están llenas de consignas con textos del pensamiento de su líder, Abimael Guzmán, el presidente Gonzalo.
