Seguridad
Escribo esta carta a propósito del artículo sobre la nueva normativa sobre la seguridad del trabajador. Y también a propósito del último atentado terrorista en Madrid. Cuando un obrero cae del andamio y muere o queda lisiado de por vida, además de la correspondiente subvención del Gobierno, tiene unos compañeros, unos sindicatos y diversas asociaciones que van a manifestarse o hasta a ponerse en huelga para conseguir más seguridad en ese trabajo y al menos evitar que le pueda ocurrir lo mismo a otro trabajador.Pero, ¿qué es lo que pasa con esa clase de trabajadores que se suben en un autobús por la mañana y no saben si van a llegar al cuartel con vida? Son trabajadores como cualquier otro, de una institución con más o menos prestigio en nuestros días, con más o menos partidarios, con nombres, apellidos y rostros... Pero ellos no tienen derecho a manifestarse ni a ponerse en huelga. ¿Tampoco tienen derecho a estar seguros en el desempeño de su trabajo?
A lo mejor usted también piensa que no es suficiente con un minuto de silencio. Las ballenas tampoco pueden defenderse y hay gente que lo hace por ellas.-