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Técnicos municipales

apuntalaron ayer el techo del cuarto de calderas del edificio del número 202 del paseo de la Castellana, al observar unas viguetas fracturadas. Se trata del edificio de alquiler cuyos propietarios anunciaron que tenía aluminosis (degradación del cemento de las vigas por acción de la humedad). El Ayuntamiento dijo ayer que el apuntalamiento es una simple medida de seguridad para los trabajadores que toman muestras del material constructivo y aseguraron que no hay motivo alguno de alarma sobre la situación del edificio.

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