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Asignaturas para un nuevo ministro

Julián García Valverde, que cedió los trastos como ministro de Sanidad y Consumo en un acto al que asistieron como maestros de ceremonias otros cuatro miembros del Gobierno, calificó a su sucesor como el mejor ministro para la actual situación pues "conoce la administración de central, la sanidad, es experto en temas laborales y de Seguridad Social y, además, es un hombre abierto al diálogo". Este retrato refleja claramente que Jose Antonio Griñán se enfrenta a una situación nada halagüeña marcada por una serie de datos:Presupuesto: El propio ministerio situa en 700.000 millones el deficit acumulado los últimos años entre los gastos reales y la partida adjudicada para Sanidad (2,3 billones de pesetas) en los Presupuestos Generales del Estado. La necesidad de correguir ese deficit haciendo presupuestos reales es una de las recomendaciones del Informe Abril.

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Medicamentos: el gasto farmaceútico -400.000 millones- representa la partida más importante en el aumento del gasto registrado los últimos años. La dirección general de Farmacia está preparando un plan de racionalización del gasto que contempla la exclusión de determinadas medicinas de la Seguridad Social. Está sin desarrollar la ley del Medicamento y las directivas de la CE.

Listas de espera: 200.000 pacientes, según el PP, y "en tomo a 100.000", según José Conde, director general del Insalud, no reciben asistencia en el momento que la necesitan, engrosando las llamadas listas de espera. El Insalud ha diseñado un plan para habilitar hospitales que atiendan prioritariamente a aquellos pacientes que soportan más de seis meses de "tiempo de espera" para ser intervenidos quirúrgicamente de dolencias menores. Este es, sin duda, el problema más grave de cara a los pacientes.

Personal: el malestar crónico que vive el personal sanitario -sometido a un régimen estatutario que les otorga plaza en propiedad y derechos de traslado- ha convertido a los hospitales en un foco permanente de tensión. No se ha desarrollado el estatuto marco que contempla la ley general de sanidad, aprobada en 1986, pero García Valverde ha parado ese proyecto y suspendido los traslados y oposiciones como primer, paso en un sistema de contratos laborales. El próximo día 30 hay convocadas movilizaciones.

Transferencias: Once comunidades autónomas, entre ellas Madrid, que representa el 30% de la gestión del Insalud, aún no tienen competencias en Sanidad.

Recursos: están repartidos de forma desigual propociando desequilibrios entre las autonomías y entre zonas rurales y urbanas. La escasez de camas para enfermos crónicos ha convertido a los grandes hospitales en residencias geriátricas.

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