_
_
_
_
_

Un médico certifica la muerte del bebé que presuntamente no estaba en su tumba

"El niño, me acuerdo perfectamente de su cara, murió; yo mismo le hice la autopsia" aseguró ayer Manuel Moreno Muñoz, el patólogo del extinto hospital Hispano-Alemán que practicó la autopsia al bebé de Alcorcón cuyo cadáver no estaba en la tumba cuando su madre fue a incinerarlo, 10 años después de su presunta muerte. "Su padre firmó la autorización para hacerle la autopsia. No entiendo cómo dice que no vio el cadáver" agregó. Paralelamente, el Juzgado de Instrucción número 5 de Madrid ha decidido dar prioridad a las diligencias.

El doctor Moreno Muñoz, que en 1980 trabajaba en el hospital Hispano-Alemán como especialista en anatomía patológica, asegura que practicó la autopsia al bebé el 19 de octubre de 1980, el mismo día que nació.En su informe forense clínico revela que el niño Ricardo Pinilla Berenguer falleció víctima de la enfermedad de Poter; es decir, que nació sin riñones "y con un rostro de duendecillo muy característico de esa patología", afirma. Y agrega: "Si me acuerdo es porque se trata de una enfermedad rara". Al doctor Moreno le extraña que el bebé fuese trasladado al hospital Clínico "aunque no lo sé", ya que recuerda que falleció "casi al poco de nacer".

El bebé pesó algo menos de tres kilos, por lo que "habría que ver si después de 10 años es posible o no que queden restos en la caja" comenta. El médico forense García Andrade sostiene que, a pesar del tiempo trascurrido, lo lógico es que quede algo del cadáver en el ataúd.

Entretanto, el juez que instruye las diligencias ha pedido a los dos hospitales en los que, según la familia, estuvo el niño -el Hispano-Alemán y el Clínico- toda la información que tengan sobre su nacimiento.

El edificio en el que se ubicó el desaparecido hospital Hispano-Alemán lo ocupa hoy la clínica Ruber Internacional. Según la madre del bebé, Francisca Berenguer, al alumbrar a su hijo una enfermera le dijo que había nacido con deformaciones físicas y que lo iban a trasladar al hospital Clínico de Madrid. Berenguer afirma que ya nunca más volvió a ver al niño.

El hospital Hispano-Alemán desapareció hace varios años y vendió todo el edificio a la actual clínica Ruber Internacional de Madrid.

Lo que más afecta es lo que sucede más cerca. Para no perderte nada, suscríbete.
Suscríbete

El juzgado que investiga el paradero del bebé, el número 5 de Madrid, ha pedido tanto a Ruber Internacional como al Clínico que le faciliten toda la información que tengan sobre la estancia del recién nacido.

El director médico de Ruber Internacional, el doctor Corral, matiza que "no existe ningún tipo de vinculación" entre su clínica y el extinto hospital. Y agrega: "Los historiales clínicos del Hispano-Alemán quedaron, creo, en poder de una agencia gestora; no recuerdo el nombre. Nosotros", añadió el doctor Corral, "sólo nos limitamos a comprar el edificio".

La investigación judicial afecta también al hospital Clínico, donde, según Francisca Berenguer, llevaron a su bebé. El gerente del Clínico, Arturo Gallego, admite haber recibido un oficio del juzgado requiriéndole información. "Los historiales clínicos de esa época están archivados en un almacén de Majadahonda [Madrid]. En el momento que tengamos cualquier dato, lo remitiremos al juez", asevera Gallego.

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_