Sida: de Rock Hudson a Magic Johnson

El sida es en África desde hace decenios una enfermedad de transmisión heterosexual, según los expertos. Pero, paradójicamente, la alarma mundial sobre el sida ha llegado con el nombre de dos norteamericanos: el actor Rock Hudson y el deportista Magic Johnson. El rostro demacrado del primero, fallecido en octubre de 1985, simbolizó durante mucho tiempo la devastadora acción del VIH; el caso Johnson ha situado en primer plano una realidad anunciada hace tiempo por los investigadores: en los países desarrollados, el sida abandona los grupos minoritarios y amenaza al conjunto de la población. En España, los enfermos de sida por contacto heterosexual no llega al 5%.

La forzosa retirada del baloncesto de Magic Johnson ha volcado la atención sobre la transmisión del sida por vía heterosexual, una forma de contagio sobre la que la Organización Mundial de la Salud (OMS) lanzó la voz de alarma en 1990. Tres cuartas partes de los afectados por el sida en todo el mundo han contraído la enfermedad por esa vía.Sin embargo, un análisis de los datos muestra que ese porcentaje se debe al enorme peso que tiene en el conjunto de las cifras mundiales el sida en el Africa subsanarla, según Gerardo Clavero, secretario general del Plan Nacional del Sida.

La OMS sitúa en 10 millones los afectados por el sida en todo el mundo. Seis millones de ellos -tres millones de hombres y tres millones de mujeres infectados- pertenecen al Africa subsahariana. "El caso de Magic Johnson ha disparado el tema del sida heterosexual. Conviene advertir sobre ese riesgo, pero no hay que olvidar que la OMS incluye en todos sus datos el sida africano, un problema creciente, importantísimo y, desde siempre, mayoritariamente heterosexual. Además, la declaración oficial de la enfermedad en esa área es muy baja", afirma Clavero.

Promiscuidad sexual

"Pero en ese continente hay muchas cosas que abordar. En primer lugar, la actual injusticia entre mundo desarrollado y mundo subdesarrollado", añade el responsable del Plan Nacional del Sida. Clavero matiza que en el sida heterosexual hay varias enfermedades que desempeñan un papel de cofactores en la transmisión. Éstas son gonorrea, en el individuo con sida, y sífilis, herpes y chancro blando, en la persona que recibe la infección de VIH, patologías todas muy presentes en África.Además, hay que añadir que en algunas áreas hay una mayor promiscuidad sexual. Otro dato contribuye directamente a la mayor incidencia de esa forma de transmisión en los países del Tercer Mundo. El 10% de la población en países desarrollados usa preservativos. Ese porcentaje no alcanza al 1% en los subdesarrollados.

El virólogo Rafael Nájera, asesor de la OMS, afirma, por su parte, que la transmisión del sida por contacto heterosexual "es la vía de contagio que aumenta más rápidamente, pero esto no debe confundirse con que sea la más importante. En España" representa un 4,5% de los afectados". Nájera considera que la transmisión del sida responde aún a pautas claramente diferenciadas según zonas geográficas y culturas dominantes. Así, mientras en los países anglosajones las personas que mantienen prácticas homosexuales representan el colectivo más afectado, en los países latinos cobran más peso los drogodependientes por vía intravenosa.

Las orejas al lobo

En España, este colectivo representa el 60% de los 10.101 individuos que han desarrollado el sida desde que se conoce la enfermedad. Ese porcentaje sube hasta el 64,27% si se añaden los homosexuales que consumen drogas. "El caso de Magic Johnson muestra claramente que la gente no hace caso hasta que ve las orejas al lobo", señala Nájera, responsable del Instituto de Salud Carlos III. "La notoriedad del deportista no debe ser una excusa para abrir la puerta al alarmismo con respecto al sida heterosexual", dice Nájera. "Sí creo que debe ser una llamada de atención; que la gente sepa que es una forma de contagio a la que también estamos expuestos".Nájera se muestra partidario del preservativo como una medida de higiene sexual incluso en el matrimonio. Clavero, más cauto, cree que los jóvenes son el grupo más afectado por esa vía de contagio. "A partir de los 30 años, cada uno tiene ya su media naranja y su dosis de fidelidad", concluye.