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La nueva Yugoslavia toma forma en La Haya

Isabel Ferrer

El posible rostro de la futura Yugoslavia fue sometido ayer a debate en La Haya por los ocho miembros de la presidencia colectiva y los seis presidentes de las repúblicas balcánicas. Bajo los auspicios de la Comunidad Europea (CE) se trata de dar consistencia a un conjunto de repúblicas soberanas e independientes, susceptibles de ser reconocidas a escala internacional, con un espacio económico común y donde sean respetados los derechos humanos y los de los distintos grupos étnicos y nacionales. En La Haya, Serbia sigue manteniendo sus reservas al desmembramiento yugoslavo.

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La conferencia se inició con la firma de un nuevo alto el fuego incondicional e inmediato, que incluye la retirada de tropas federales y el desbloqueo de sus cuarteles en Croacia. Serbia no lo suscribió, aunque su líder, Slobodan Milosevic, sí presenció el acto de la rúbrica.Las negociaciones políticas para solucionar el conflicto de Yugoslavia entraron ayer en una fase crucial. Arreglos para un acuerdo general, el documento comunitario que enumera los componentes de una posible fórmula destinada a solucionar la crisis, fue bien acogido por todas las repúblicas

excepción de Serbia. "Ella considera que los principios aquí presentados vulneran la Constitución de Yugoslavia al no tomarla como un Estado soberano. Éste es un problema de índole legal que analizará la Comisión de Arbitraje", señaló lord Carrington, presidente de la conferencia de paz y alma del encuentro. El diplomático británico es, además, responsable del trabajo desarrollado por los tres grupos (económico, constitucional y de minorías y derechos humanos) de los que ha surgido el documento.

Derechos humanos

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Según su capítulo primero la transformación de Yugoslavia puede lograrse con:

- La defensa de los derechos humanos y de los grupos étnicos y nacionales, que incluya un estatuto especial para algunas áreas autónomas.

- La cooperación entre las repúblicas en el terreno político (se señala la formación de un espacio económico común), asuntos exteriores y seguridad.

- Una asociación libre entre las repúblicas.

- El reconocimiento internacional, dentro de las actuales fronteras, de la independencia de las repúblicas que así lo deseen. La Comunidad Europea colaborará con ellas cuando la situación haya sido aclarada y en las áreas que se acuerden por ambas partes.

Sobre el capítulo segundo, dedicado a los derechos humanos, hubo también algunas diferencias. Serbia, sin embargo, reconoció que era un punto de partida para decidir la clase de estatuto que debe adjudicarse a su comunidad residente en Krajina y Eslavonia. El escrito estipula la defensa de todos los grupos étnicos, sean mayoritarios o no, que viven en el país. Para atender sus quejas aparece la figura de un Tribunal Único Superior de Derechos Humanos con jurisdicción dentro de cada una de las repúblicas.

El apartado económico introduce los principios de la libre empresa, propiedad privada y apertura hacia el comercio mundial que pueden adoptar las diferentes repúblicas. La cooperación entre ellas deberá alcanzar también a la política exterior y de seguridad basada en los acuerdos de la Conferencia sobre Seguridad y Cooperación en Europa (CSCE). A lo largo del documento se propone también la adhesión a todos los convenios y acuerdos internacionales ahora existentes en materia de derechos humanos (ONU, Acta Final del Helsinki, Carta de París y CSCE, entre otros). En su conjunto, el proceso de transformación de la actual federación yugoslava fue presentado ayer como parte de la edificación de la nueva Europa prevista en la Carta de París firmada en noviembre de 1990. Los mayores enfrentamientos del plenario fueron protagonizados por Franjo Tudjman y Slobodan Milosevic, presidentes de Croacia y Serbia. El primero señaló que el encuentro de La Haya apoyaba la convocatoria de referendos para la independencia de las repúblicas, "algo que Milosevic no acepta alegando unos principios constitucionales que la propia Serbia ha violado ya". El presidente serb1o matizó al final del día que su oposición a este tipo de acuerdo no es frontal "aunque sí" rechaza "algunos de sus puntos esenciales".

Al plenario de ayer se sumó también la declaración tripartita firmada por EE UU, URSS y la CE que insiste en el cauce de la conferencia de paz como único escenario para resolver el problema yugoslavo. Sus tres firmantes rechazan el uso de la fuerza para modificar fronteras internas o externas, "unas acciones violentas Inaceptables en 1991 y en el corazón de Europa".

Para el próximo viernes está prevista en La Haya una nueva sesión plenaria de la conferencia de paz.

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