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Silencio del Gobierno y los principales líderes políticos tras la caída del comunismo en la URSS

Los principales líderes políticos españoles guardaron silencio y no hicieron declaraciones públicas tras conocerse anoche la renuncia del líder soviético, Mijaíl Gorbachov, a su cargo de secretario general del Partido Comunista de la URSS (PCUS) y su decisión de disolver el comité central de esta formación. Tampoco el Gobierno español reaccionó a la caída del comunismo en la Unión Soviética, en contra de lo que hicieron los Ejecutivos de los principales países de la CE.

Ninguno de los máximos responsables de las formaciones parlamentarias y ningún miembro del Gobierno expresó de forma oficial ayer, cuando al periodo vacacional se sumaba el fin de semana, su opinión sobre el histórico cambio.El secretario general del PCE y líder de Izquierda Unida (IU), Julio Anguita, quien se hallaba en Córdoba, conoció la noticia a través de uno de los miembros de la cúpula de la coalición. Anguita, en un primer momento, se mostró algo perplejo al saber la decisión de Gorbachov. El coordinador general de IU, anoche ilocalizable, había expresado recientemente en una entrevista que los acontecimientos en la Unión Soviética no deberían tener ninguna influencia en el PCE, cuyo futuro se debatirá a finales de este año en su 13º congreso.

Otros dirigentes del PCE creen, en cambio, que la situación en la URSS muestra que "la realidad no va por referentes comunistas, sino por otro tipo de fórmulas de izquierda".

El responsable de Relaciones Internacionales de la coalición izquierdista, Francisco Palero, señaló a Efe que considera "lógica" la renuncia de Gorbachov, "porque no podía mantenerse en un partido que no supo defenderle durante el golpe". Este comentario fue refrendado por Diego López Garrido, miembro de la presidencia de Izquierda Unida en calidad de independiente.

En cambio, Francisco Frutos, coordinador del secretariado del PCE y también miembro de la presidencia de la coalición, opinó que "es una tontería absoluta la disolución del PCUS". Según Frutos, esta decisión "no sirve para los intereses de los trabajadores", sino que es "un abandono de la responsabilidad".

El diputado de IU Antonio Romero consideró, mientras, que "la disolución del PCUS es un acontecimiento histórico de extraordinaria importancia".

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Entre los políticos que expresaron sus comentarios ayer se encuentra el secretario de Organización del PSOE, Txiki Benegas, quien manifestó su deseo de que la URSS alcance la estabilidad política, la eficacia en las funciones y pueda mantener la continuidad de la perestroika. El número tres socialista reseñó que "hay que ser prudente a la hora de valorar la situacion y acontecimientos por los que atraviesa el país".

Propuesta realista

Por su parte, el coordinador general de política exterior del Partido Popular, Marcelino Oreja, señaló que "el error de Gorbachov ha sido intentar convertir la perestroika en un comunismo atenuado. La equivocación del presidente de la URSS ha consistido en pretender reformar el partido comunista, cuando las reformas que la URSS necesita van mucho más allá de un comunismo mitigado, e incluso de un comunismo humano como el que ha pretendido Gorbachov", según informa Juan G. Ibáñez.

"Nosotros", agregó el eurodiputado popular, "siempre hemos dicho que el comunismo no es reformable, y esto es especialmente válido en el caso del PCUS. Por tanto, la iniciativa de Gorbachov es una propuesta realista que esperemos no llegue demasiado tarde". Oreja resaltó la conveniencia de acelerar en este momento las ayudas económicas que puedan consolidar el proceso democrático y que deben suministrar las instituciones financieras de la CE. "Éste es el momento de Invertir en la democracia, de invertir en perestroika ", insistió.

El coordinador de Asuntos Económicos del PP, Luis Gámir, resaltó en declaraciones a Efe la coherencia de la decisión de Gorbachov, debido a la implicación o tibieza de buena parte del partido en la intentona golpista".

Mientras, España mantendrá como hasta ahora, en principio, sus relaciones con la URSS. El interlocutor soviético sigue siendo el jefe del Estado, Mijaíl Gorbachov, pese al fortalecimiento de la figura del presidente ruso, Borís Yeltsin, tras el fracaso del golpe. No está previsto invitar a Yeltsin a visitar oficialmente España, según confirmaron fuentes de la Moncloa y del Ministerio de Asuntos Exteriores, informa Charo Nogueira.

El titular de este departamento, Francisco Fernández Ordóñez, esbozó la postura gubernamental el viernes: "No nos corresponde a nosotros decir quién manda en la URSS. Lo que nos corresponde, y por eso hemos actuado, es defender la libertad y la democracia y luchar contra la dictadura. Todo lo demás es asunto de ellos y cómo se distribuyen territorialmente el poder, que es absolutamente fundamental, es un asunto de los soviéticos y nosotros tenemos que actuar en correspondencia con esas decisiones".

El ministro de Exteriores comparecerá el próximo martes ante el Congreso de los Diputados para informar sobre los acontecimientos en la URSS.

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