Una actitud necesaria
La importancia de una mayor presencia internacional de nuestras empresas es un fenómeno que se resalta en todas las declaraciones públicas, tanto por las autoridades gubernamentales como por los empresarios públicos y privados y representantes institucionales -patronales, sindicatos, agrupaciones gremiales- Esto no podría ser de otra manera ya que de lo contrario se iría contra la corriente mundial que se manifiesta en términos de la interdependencia, cooperación y desarrollo global de la economía, apoyando la consecución de un mayor y más equilibrado crecimiento mundial y, por ende, nacional.Al hilo de estas reflexiones, observo que el Ministerio de Industria, Comercio y Turismo tiene en elaboración, o elaborado, un Plan de Internacionalización. Bienvenido sea el mismo. Definitivamente, nuestra economía necesita romper el desfase en que se encuentra en términos de presencia y participación en la economía mundial.
En este contexto puede ser interesante explicar la experiencia internacional llevada a cabo por Telefónica, así como las líneas que marcaron la misma. De manera significativa, la internacionalización de Telefónica se inicia en 1985 a través de la oferta de acciones de la compañía in los principales mercados bursátiles del mundo -París, Londres, Francfort, Tokio, Nueva York- En paralelo a esta colocación y admisión a cotización, y partiendo de un nombre respetado internacionalmente, se desarrolla, cada vez con mayor intensidad, una actividad de apoyo a esta presencia -campañas de presentación de la compañía- y análisis y valoraciones de las posibilidades de toma de participación financiera y real en empresas del sector, tanto en el campo tradicional -telefonía básica- como en áreas más novedosas -transmisión de datos, radiobúsqueda, telefonía móvil celular-, así como en grandes proyectos mundiales con tecnología de futuro (PCN, IRIDIUM).
Sectores dinámicos
La participación de empresas en el contexto internacional tiene, desde la óptica empresarial y desde un punto de vista genérico, que dirigirse prioritariamente a los sectores más dinámicos y más internacionales en términos de mercado, que a su vez suelen ser los más liberalizados y competitivos. Esto, tanto por razones defensivas -compensación de la pérdida del mercado nacional-, como de oportunidad hay que estar allí donde se puedan aprovechar ventajas competitivas- Éste es el caso del sector de las telecomunicaciones, lo cual explica la pionera actitud de Telefónica. El sector lo impone, la competencia lo exige y la liberalización lo enmarca. De esta forma, la estrategia de Telefónica responde tanto a planteamientos defensivos -pérdidas potenciales de mercado nacional- como ofensivos, no aislarse de la interdependencia mundial de las telecomunicaciones.Además del área de oportunidad o negocio que impulsa el posicionarse internacionalmente, es en aquellos espacios o países en donde presentan empresarialmente ventajas comparativas -tecnología, gerenciamiento, cultura empresarial, vínculos históricos- donde se deben de concentrar los esfuerzos para, sin descuidar otras oportunidades, afianzar el posicionamiento. De esta manera, además de racionalizar el uso de recursos escasos -el sacrificio financiero en el ámbito internacional se considera limitado en relación a las exigencias nacionales-, se adquieren activos internacionales, cuyo buen uso fomentará, a través del efecto demostración, la potenciación y expansión, tanto del sector penetrado como de las ventajas colaterales -apertura de oportunidades para el grupo industrial de Telefónica- Por otra parte, éste posicionamiento representa un activo sectorial internacional que, como tal, puede ser objeto de transacción en el marco de acuerdos más amplios o alianzas de naturaleza estratégica con otras operadoras.
Desde la perspectiva geográfica, Telefónica, por razones de eficiencia, competitividad y capacidad de gerenciamiento, considera el área iberoamericana como el espacio prioritario para el desarrollo de su mercado y negocio internacional. En esta región, además de aportar complementariedad de acción, economía de tamaño en el tráfico internacional e importantes vínculos económicos y culturales, Telefónica ofrece una tecnología y un hacer empresarial acorde con las exigencias del desarrollo del sector en dichos espacios. Éstas y no otras razones hacen que se defina el área iberoamericana como prioritaria en el plan internacional de Telefónica.
