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Abiertas divergencias entre el comisario Marín y el Gobierno sobre la cohesion europea

El comisario Manuel Marín, vicepresidente de la Comisión Europea, se opone al proyecto de cohesión económica y social que defiende el Gobierno español ante la CE, a pesar de que el Ministerio de Economía y Hacienda le ha pedido expresamente su apoyo a la propuesta. El presidente Felipe González reafirmó el pasado día 29, al término de la cumbre de Luxemburgo, que esta solidaridad de los países ricos de la CE para con los más pobres sigue siendo un objetivo prioritario dentro de las reformas para la unión política y monetaria. Jacques Delors, presidente de la Comisión, prepara una nuevo paquete financiero para reforzar los fondos estructurales para final de año.

La posición de Manuel Marín sobre la cohesión económica y social quedó reflejada por escríto el pasado día 19, en la reunión de los miembros de la Comisión Europea para preparar la cumbre. El documento que refleja el debate y los acuerdos de la reunión, una especie de acta, afirma textualmente: "Marín considera que no convendría inventar nada nuevo sobre la cohesión económica y social y habría que atenerse a las disposiciones anteriormente definidas por la Comisión".Marín rehusó matizar o ampliar sus declaraciones. Fuentes de su gabinete explicaron que en las circunstancias actuales, cuando el tema está siendo discutido en las más altas instancias del Gobierno, lo que dijera se podría interpretar como una crítica velada". Sin embargo, insistieron que el documento de la Comisión "es confidencial y no para ser divulgado, aparte de que sólo es un resumen de las intervenciones de los comisarios".

La propuesta española no despierta muchas simpatías en la Comisión y "la posición del comisario socialista español no ayuda a conseguir apoyos para España", según un alto funcionario de la Comisión Europea. El presidente Delors ha anunciado para fin de año una propuesta para reforzar los actuales fondos estructurales, que será discutida en 1992, una vez que el tratado de unión política y monetaria esté zanjado. Delors pidió en mayo a Felipe González separar este tema de la'unión política y monetaria para no añadir problemas.

El Gobierno español no quiere perder esa garantía y en la pasada cumbre de Luxemburgo logró el compromiso de que la cohesión económica y social "debe quedar plasmada en el tratado de manera adecuada". El presidente Felipe González afirmó que este acuerdo "no es suficiente y no nos vamos a apear de que la cohesión que pedimos es algo diferente a los fondos estructurales". España pide un trasvase suplementario de dinero de los ricos hacia los más pobres de la CE en proporción a la riqueza relativa.

España mantiene la propuesta

Frente a algunas declaraciones en el seno de la Comisión en el sentido de que "España ha abandonado su propuesta de fondo de compensación interestatal porque era una locura", fuentes del Gobierno aseguraron ayer que Ia propuestase mantiene entera y sólo hace falta acudir a las declaraciones del presidente González en la cumbre". El embajador ante la CE, Camilo Barcia, insistió en que el proyecto español "es congruente, lógico y beneficioso para la Comunidad como un todo".

El Gobierno denunció recientemente la discriminacion que nuestro país sufre en lo que se refiere al reparto de los fondos estructurales y las subvenciones agrarias. Fernández Ordóñez denunció en un Consejo de la CE que "los gastos comunitarios se distribuyen desigualmente, mientras el sistema de ingresos no es ni efizaz, ni justo y ni siquiera es proporcional: es regresivo".Cuando España presentó hace tres meses su doble propuesta ante la conferencia mtergubern amen tal para la unión política (ingresos suficientes para la CE y fondo de compensación interestatal), Marín la criticó ante numerosos periodistas como 'Truto del espontaneismo, la precipitación y los nervios del nuevo Gobierno". "Espero que las aguas vuelvan a su cauce y se imponga el sentido cornún", añadió.1 Visita esperadaEl 21 de mayo'acudió a Madrid para entrevistarse con los ministros de Economía y Hacienda, Carlos Solchaga, y de Obras Públicas y Transportes, José Borrell, una visita muy esperada. Se le explicó la importancia que el Gobierno ha dado a esta batalla de recursos y reparto de fondos dentro de la CE. Desde entonces, el comisario ha afirmado pertenecer "al grupo que defiende la cohesión", pero no ha modificado sus puntos de vista.

Marín, elegido por el Gobierno socialista, es uno de los dos comisarios que representan a España en la CE. El otro, Abel Matutes, fue nombrado por el PP. Matutes declaró que la propuesta de cohesión presentada por España "está bien razonada y me siento solidario con esa demanda".

La tesis de Matutes es que la penetración comercial de los países ricos del norte -con el mercado único exportarán sin trabas al sur, mientras sus competidores japoneses o norteamericanos sufrirán elevados aranceles- exige una compensación por esos beneficios.

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