El Banco Internacional de Pagos no divisa el final de la recesión
La recesión que atraviesa alguno de los países más ricos del mundo, la gravedad y extensión de la misma y las medidas que pueden adoptarse para salir de ella son el foco de discusión que ocupa desde ayer en Basilea (Suiza) a los gobernadores de los bancos centrales de los principales países occidentales. La reunión anual del Banco Internacional de Pagos no ha tenido en la inflación o el recalentamiento económico a sus principales protagonistas. La estrella, este año, es la recesión, porque, según el banco, "los signos de recuperación de la actividad económica son aún mínimos".
Esta llamada contra el optimismo no significa que el Banco Internacional de Pagos prevea una recesión mundial. Quizá por eso, esta institución financiera internacional advierte contra las medidas de política económica que intentan salir cuanto antes de la recesión.Las principales críticas del informe anual del banco se dirigen contra los recortes de los tipos de interés como vía para reanimar la inversión y aumentar el crecimiento económico. El primer destinatario de las objeciones del banco es Estados Unidos, pues es el país que ha desencadenado la fuerte bajada de tipos de interés que comenzó el año pasado.
El banco rechaza las políticas de reactivación por sus efectos inflacionistas y propone a los Gobiernos que se fijen más en la marcha de la economía a medio plazo, "a pesar de las restricciones que les imponen sus cielos electorales". Página 45
