_
_
_
_

Los desastres del hambre

El emperador etíope, HaIle SelasIe, derrocado en 1974 por un golpe militar, y el hombre que cubrió su hueco y convirtió el país en una república popular socialista, Mengistu Haile MarIam, han acabado teniendo en común las mismas causas de su ruina: el hambre y los desastres de la guerra más larga e ignorada de los últimos tiempos, protagonizada por los eritreos en lucha por su independencia y cuyo primer disparo se remonta a 1961.La sequía que asoló el Sahel en 1972 y 1973 se cobró 200.000 vidas. El escándalo del desvío de la ayuda internacional para paliar la hambruna hacia las arcas imperiales y el desgaste de los militares en la guerra de Eritrea minaron la tierra debajo del trono de Haile Selasie, expulsado por el golpe castrense de 1974.

Más información
El presidente etíope huye ante el cerco rebelde

Fue la guarnición de Asmara, capital de Eritrea, la primera en levantarse en armas contra el emperador en 1974. Tres años después, Mengistu Halle Mariam transformaba Etiopía en Estado socialista, provocando un espectacular cambio de alianzas en el cuerno de África que pueso a la vecina y enemiga SomalIa -a la sazón, en la órbita de Moscú- en brazos de EE UU. La sequía se repitió a mediados de los ochenta, y ahora vuelve a poner en peligro centenares de miles de vidas.

La guerra no la protagonizan ya sólo los guerrilleros independentistas del Frente Popular de Liberación de Eritrea (FPLE) -que del marxismo puro y duro han derivado hacia más templadas zonas en busca del reconocimiento occidental y que controlan ya la mayor parte de la región- sino que se ha extendido por todo el país.

Conocer lo que pasa fuera, es entender lo que pasará dentro, no te pierdas nada.
SIGUE LEYENDO

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_