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GENTE

Alfredo Kraus

El proyecto de llevar la ópera a la Universidad

Éste es el año de Alfredo Kraus, una de las mejores voces que ha dado este país al mundo de la ópera. El tenor canario tiene dos edades: hace 63 años que nació en Las Palmas de Gran Canaria y acaba de cumplir 35 de su debú en El Cairo. El cantante, que protagoniza desde primeros de año una cadena interminable de homenajes, vivió la noche del lunes uno de sus días más emocionantes: sus paisanos le tributaron un cariñoso reconocimiento y el tenor no pudo evitar las lágrimas. Tres meses antes los madrileños habían hecho lo propio en el Auditorio Nacional y hace escasas semanas los norteamericanos le agasajaron en el Metropolitan Opera de Nueva York.Los canarios conocen bien su debilidad por la enseñanza musical y le citaron en la Universidad de su ciudad natal. En el rectorado supo de la creación de un aula con su nombre, que estará dedicada a la investigación y la difusión de la música, así como de un master y una cátedra con la misma denominación. El rector Francisco Rubio Royo, que recordó su condición de ingeniero industrial, celebró que con Ki-aus se inicia un proyecto "para llevar la ópera a laUniversidad". El tenor siente desde hace años una especie de obligación moral de transmitir sus conocimientos operísticos a las nuevas generaciones. Es tal su vocación docente que suele imponer en sus contratos una cláusula para dar clases.

Lo hizo recientemente en Siena (Italia) y lo volverá a hacer en junio en Londres, donde, además de interpretar los Cuentos de Hoffman, de Offenbach, impartirá lecciones magistrales de canto. Kraus es un tenor de exquisita técnica, pero no tiene secretos para sus alumnos. Lo que no saben muchos de sus incondicionales es que fue durante mucho tiempo un empedernido fumador. "Un día, mirando el mar de Lanzarote, donde suelo descansar, tiré el último cigarro y me libré de aquel vicio impropio de un tenor". Incluso se ofreció sin éxito al Gobierno para hacer publicidad antitabaco en televisión.

El homenaje de anteayer en Las Palmas tuvo carácter popular. Las puertas del teatro Pérez Galdós se abrieron gratuitamente para arropar a Kraus y enmendar las disputas doméstlcas que en otros tiempos hubo entre la ciudad y el cantante. Kraus, visiblemente emocionado, confesó su impotencia para corresponder al gesto de gratitud colectiva con su medio de expresión habitual, el canto. "No podría hacer un discurso; gracias a Canarias, gracias a todos", fue lo único que pudo articular con palabras entrecortadas. El presidente del Gobierno, Lorenzo Olarte, lo comparó con Pérez Galdós, porque, según dijo, ambos "están en posesión del lenguaje de los escogidos y de un temperamento especial que imprimen estas islas". Un busto del cantante erigido en el interior del teatro fue descubierto como testimonio imperecedero de una noche inolvidable para el divo, quien aprovechó para pedir a las autoridades que se dote a su isla, Gran Canaria, del anhelado auditorio proyectado por el arquitecto Óscar Tusquets.

La comisión organizadora del homenaje, que agrupa desde el Gobierno autónomo hasta la asociación de Amigos de la Opera y entidades públicas y privadas, apoya la candidatura del intérprete para el próximo Premio Príncipe de Asturias de Bellas Artes, propuesta por el Parlamento canario.

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